Este es un plato bastante calórico que se suele utilizar como tapa y en muy raros casos como entrante. Aunque su degustación se circunscribe a bares y restaurantes podemos llevarnos una sorpresa gustativa preparándolo en casa con ingredientes de calidad.
INGREDIENTES :
1 Kg de patatas
aceite virgen de oliva
mahonesa
salsa de tomate frita
vinagre
pimienta negra
ajo (optativo)
sal
Pelamos y cortamos las patatas en dados de cierto tamaño. Por poner un ejemplo de una patata grande haríamos dos mitades y de cada mitad extraeríamos 8 dados.
Hervimos los dados en abundante agua vigilando que la cocción no los ablande demasiado : cuando podamos hundir la punta de un cuchillo haciendo un poco de fuerza ese será el punto ideal de cocción. Escurrimos el agua.
Mientras habremos puesto a calentar en una freidora o un cazo con fondo aceite abundante de manera que una vez hayamos escurrido el agua de las patatas las verteremos al aceite caliente. Si por la cantidad de patatas el aceite no cubriera todas las patatas iremos friendo por turnos.
Al haber hervido las patatas el frito posterior hará una capa crujiente que doraremos según nuestros gustos mientras que el interior mantendrá el blando de la cocción. Salaremos las patatas.
Para preparar la salsa añadiremos sal y pimienta negra a la salsa de tomate frita. Si queremos unas patatas muy fuertes y picantes incorporaremos además una cabeza de ajo y lo pasaremos todo por la batidora. Calentaremos la mezcla en la sartén o el microondas.
Colocaremos las patatas en un plato y verteremos sobre ellas la mahonesa y encima la salsa de tomate caliente y ya están listas para servir.