Ingredientes para cuatro/cinco personas :
5-6 patatas grandes
5 huevos frescos
aceite de oliva
sal
sartén grande
Llenar una sartén anti-adherente con abundande aceite hasta 1 dedo, aproximadamente.
Cortar las patatas en cuadrados pequeños o bien en láminas finas. Es importante no hacer los trozos demasiado grandes para evitar largos tiempos de fritura.
Echamos las patatas cortadas en el aceite caliente con sal. Colocamos una tapadera para acelerar la cocción, vigilando que el aceite no se caliente en exceso (reducimos el fuego si conviene). De vez en cuando removemos con una cuchara de palo para homogeneizar la fritura. Al remover intentaremos que la tapadera esté abierta lo menos posible para evitar que el vapor de agua escape. De vez en cuando intentaremos presionar un trozo de patata para ver si está suficientemente blando. En general la fritura está lista cuando las patatas adquieren una tonalidad traslúcida y algunas están ligeramente totstadas (que no quemadas).
Batiremos 5 huevos añadiendo un poco de sal y los echaremos sobre las patatas para que cuaje la tortilla. Si hay demasiado aceite es mejor sacar las patatas y ponerlas en un recipiente aparte para eliminar el sobrante de aceite y añadir entonces el huevo en “frio”, removiendo bien para que las patatas queden completamente remojadas.
Añadimos todo el contenido a la sartén dejando que cuaje sin dejar de moverla circularmente para evitar que se queme o pegue la cara de la tortilla que no vemos. Antes de que toda la parte visible del huevo cuaje colocaremos un plato de cerámica que tenga el tamaño aproximado de la sartén, presionaremos y con un giro rápido de muñeca daremos la vuelta. Si todo está bien la tortilla permanecerá en el plato. Volveremos a dejar la sartén en el fuego para deslizar el lado de la tortilla que debe terminar de hacerse y en un par de minutos la tortilla estará hecha.
Cortar las patatas en cuadrados pequeños o bien en láminas finas. Es importante no hacer los trozos demasiado grandes para evitar largos tiempos de fritura.
Echamos las patatas cortadas en el aceite caliente con sal. Colocamos una tapadera para acelerar la cocción, vigilando que el aceite no se caliente en exceso (reducimos el fuego si conviene). De vez en cuando removemos con una cuchara de palo para homogeneizar la fritura. Al remover intentaremos que la tapadera esté abierta lo menos posible para evitar que el vapor de agua escape. De vez en cuando intentaremos presionar un trozo de patata para ver si está suficientemente blando. En general la fritura está lista cuando las patatas adquieren una tonalidad traslúcida y algunas están ligeramente totstadas (que no quemadas).
Batiremos 5 huevos añadiendo un poco de sal y los echaremos sobre las patatas para que cuaje la tortilla. Si hay demasiado aceite es mejor sacar las patatas y ponerlas en un recipiente aparte para eliminar el sobrante de aceite y añadir entonces el huevo en “frio”, removiendo bien para que las patatas queden completamente remojadas.
Añadimos todo el contenido a la sartén dejando que cuaje sin dejar de moverla circularmente para evitar que se queme o pegue la cara de la tortilla que no vemos. Antes de que toda la parte visible del huevo cuaje colocaremos un plato de cerámica que tenga el tamaño aproximado de la sartén, presionaremos y con un giro rápido de muñeca daremos la vuelta. Si todo está bien la tortilla permanecerá en el plato. Volveremos a dejar la sartén en el fuego para deslizar el lado de la tortilla que debe terminar de hacerse y en un par de minutos la tortilla estará hecha.
Tiempo estimado : 20 minutos