INGREDIENTES :
1 calamar mediano o grande por comensal
200 gramos de carne picada
aceitunas verdes sin hueso
piñones
cebolla
tomate maduro
pimiento verde
1 vaso de vino blanco
sal
pimienta negra
aceite virgen de oliva
Pelamos y lavamos los calamares reservando los tentáculos.
En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen freimos la carne picada añadiendo sal y pimienta negra molida. Cuando toma color incorporamos los piñones, las aceitunas y los tentáculos.
Cogemos los calamares y los empezamos a rellenar con la mezcla de carne picada. Cuando están llenos los cerramos con la ayuda de un palillo de madera.
En una cazuela de barro hacemos un sofrito de pimiento verde, cebolla y tomates muy picados. Depositamos los calamares rellenos en el sofrito y rociamos por vinos blanco y un poco de sal. Metemos en el horno a 180 grados y en media hora están listos para consumir. También es posible prepararlos al fuego - sin meter en el horno - aunque deberemos de tomar la precaución de girarlos a menudo para evitar que se quemen.
1 calamar mediano o grande por comensal
200 gramos de carne picada
aceitunas verdes sin hueso
piñones
cebolla
tomate maduro
pimiento verde
1 vaso de vino blanco
sal
pimienta negra
aceite virgen de oliva
Pelamos y lavamos los calamares reservando los tentáculos.
En una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva virgen freimos la carne picada añadiendo sal y pimienta negra molida. Cuando toma color incorporamos los piñones, las aceitunas y los tentáculos.
Cogemos los calamares y los empezamos a rellenar con la mezcla de carne picada. Cuando están llenos los cerramos con la ayuda de un palillo de madera.
En una cazuela de barro hacemos un sofrito de pimiento verde, cebolla y tomates muy picados. Depositamos los calamares rellenos en el sofrito y rociamos por vinos blanco y un poco de sal. Metemos en el horno a 180 grados y en media hora están listos para consumir. También es posible prepararlos al fuego - sin meter en el horno - aunque deberemos de tomar la precaución de girarlos a menudo para evitar que se quemen.