¿Te gusta el pollo? ¿te gusta el mango? Si has respondido afirmativamente a ambas preguntas entonces te gustará esta receta thailandesa que se prepara en menos de media hora y da un toque muy exótico a tus comidas. Proporciono el ingrediente original y su alternativa más occidentalizada excepto en el caso del aceite que empleo de oliva porque el de palma habitual en Thailand es muy poco saludable.
INGREDIENTES (4 personas)
- 4 pechugas de pollo pequeñas o dos grandes
- 1 mango maduro para decorar
- Harina de tapioca o de trigo, si no tienes
- 4 cucharadas de leche de coco
- Sal
- Aceite virgen extra de oliva
- Cilantro fresco
- Arroz basmati (400 gramos)
Para la salsa de mango :
- 2 mangos maduros frescos (sirven también de lata siempre y cuando estén en su propio jugo)
- 1 chile rojo o una guindilla roja
- 1 cucharada de vinagre de arroz o de manzana
- 2 cucharadas de salsa de soja
- El zumo de medio limón
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de jengibre
- 3 dientes de ajo
- Una pizca de cúrcuma
- La piel rallada del limón que hemos exprimido, sin la parte blanca que amarga
En primer lugar preparamos la salsa. Metemos todos los ingredientes en la batidora de vaso o los trituramos con el brazo. Reservamos.
Sazonamos las pechugas cortadas en trozos de tamaño medio. Los enharinamos y pasamos por la harina. A continuación los pasamos por una sartén - que en realidad debería ser un wok - con un chorro generoso de aceite de oliva hasta que están dorados (pero crudos por dentro).
Llevamos los trozos de pollo a una cazuela grande y los incorporamos junto a la salsa de mango y la leche de coco. Ponemos a fuego medio removiendo de vez en cuando y rectificando de sal al gusto hasta que el pollo está visiblemente hecho (unos diez minutos).
Se emplata el pollo con un cono de arroz basmati cocido sobre el que se vierte la salsa, se coloca un trozo de mango a modo de decoración y se espolvorea el conjunto con cilantro.