Lazos de Jaca


Jaca es una ciudad oscense que muchos conocen por su enorme vinculación con los deportes de alta montaña, especialmente por su vecindad con el Pirineo. Seguro que habéis estado en ella, o al menos pasado, cuando os dirigiáis a las pistas de esquí de Astún o Candanchún. Esta situación de "paso" viene dada por su disposición en un valle que facilita las comunicaciones entre Aragón y Navarra, además de ser un hito del Camino de Santiago.

La gastronomía de la Jacetania es muy interesante, destacando la carne de caza y de cordero. El dulce también cuenta con un amplio repertorio, destacando por encima de todo los Lazos de Jaca.

Los Lazos de Jaca son muy fáciles de hacer y sobretodo de recordar la receta, puesto que se realizan con muy pocos ingredientes. Es el típico dulce que haciéndolo un par de veces ya lo repites sin tener que revisar siquiera las notas. 

Se trata de confeccionar unos lazos muy simples y a continuación bañarlos en una glasa real. Más fácil no puede ser.

INGREDIENTES :

Para los lacitos de hojaldre

  • 2 planchas de hojaldre (se adquieren en cualquier supermercado)
  • Leche condensada (la suficiente para pintar la superficie de la placa de hojaldre)
Para la glasa real 

  • 150 gramos de azúcar glass (impalpable)
  • 1 huevo
  • 1 limón
  • Opcional : colorante alimentario amarillo
Sobre un papel de hornear extendemos una de las planchas de hojaldre. Recordad que si la adquirís congelada conviene dejarla descongelar toda la noche en el frigorífico, no en el exterior.

Pintamos toda la superficie, usando una brocha o similar, con una capa leche condensada. A continuación colocamos encima la otra plancha de hojaldre. Es decir, como si hiciéramos un bocadillo relleno de leche condensada.

A continuación cortamos las dos planchas en rectángulos alargados de la longitud que deseemos. Pueden ser lazos largos o bien cortos. Si vais a bañar los lazos en la glasa real, adecuad el tamaño al del recipiente donde hagáis la glasa.

Separad los rectángulos de las planchas.

Para darle forma de lazo podéis simplemente apretar el centro del rectágulo para que se unan los extremos o bien girar el mismo por el centro.

Precalentamos el horno a 150 grados e introducimos los lazos vigilando constantemente para que no se quemen. El tiempo normal de horneado oscila entre los 10 y los 15 minutos.

No hagáis nada mientras se hornean los lazos, porque se podrían quemar si no les prestáis la debida atención. Una vez hechos se extraen y se dejan enfriar a temperatura ambiente.

Ahora vamos a hacer la glasa real.

Para ello batimos en un bol con las varillas el huevo, el azúcar glass y una cucharadita de zumo de limón. Se ha de batir un buen rato, así que si tenéis las varillas eléctricas es el momento de emplearlas. Lo mejor es ir añadiendo poco a poco el azúcar glass hasta que la glasa queda con la consistencia suficiente para aguantar de pie las varillas. 

Si queréis que la glasa quede de color amarillo intenso - como aparece en la foto - debéis añadir unas gotas de colorante alimentario amarillo.  Si no queréis emplear dicho colorante, podéis emplear las yemas de dos huevos grandes en lugar de un único huevo, aunque en este caso tendréis que añadir una cucharada de agua para disminuir la viscosidad. Con las yemas quedará algo más amarillo, aunque no como en la foto.

Ahora tenéis dos opciones : o bien pintamos los lazos con la glasa empleando una brocha o bien, si los queremos muy cubiertos por todos lados, los vamos sumergiendo uno a uno para luego dejarlos escurrir sobre una rejilla. Lo que os sea más cómodo. De nuevo, los de la foto se han hecho sumergiéndolos en glasa.

Se dejan al aire para que la glasa endurezca - tarda 2 ó 3 horas -  y listos para comer.

Truco : para que se pinten bien, no dejéis enfriar del todo los lacitos que habéis hecho. Si están tibios queda mucho mejor y también seca la glasa antes.

Una delicia que repetiréis más de una vez. Y un buen motivo adicional para visitar Jaca, claro está. 

LEER LIBRO