El brioche, a veces llamado bollo de leche, es un tipo de pan donde la leche como ingrediente juega un papel fundamental. Es blanco y suave por dentro mientras que tiene un dorado intenso por fuera. La receta que aquí os propongo es sencilla y sirve tanto para rellenos dulces como salados.
INGREDIENTES :
600 gramos de harina
Un vaso y medio de leche tibia (300 ml)
1 huevo + 1 yema
2 sobres de levadura rápida seca tipo VAHINE (o lo que indique el fabricante de la levadura para la cantidad de harina utilizada)
100 gramos de mantequilla (también se puede emplear margarina)
Una pizca de sal
En un bol incorporamos la harina y en el "volcán" que se forma hacemos un hueco y metemos la sal, la levadura, la leche tibia y el huevo batido. Mezclamos y hacemos una bola amasando hasta que quede homogénea. En ese momento añadimos la mantequilla poco a poco, mezclando bien. La masa estará lista cuando se desprenda con facilidad del bol. Dejamos reposar durante una hora en un lugar en penumbra y tibio, cubierto el bol con un paño de algodón. Si todo ha ido bien, la masa triplicará de volumen.
Pasado el tiempo de reposo amasamos de nuevo brevemente y hacemos una decena de bollos, o lo que os de la cantidad de masa obtenida. Se pintan con la yema de huevo y se dejan que crezcan de nuevo durante una hora. A continuación se colocan los panes en el horno precalentado a 180 grados durante media hora (o hasta que se dora el exterior) y ya tenemos los brioches, listos para untar con mantequilla, queso fresco, mermelada o rellenar con jamón, huevo duro etc.
Se pueden hacer brioches individuales pero también son normales los formatos tipo "barra de pan", trenzas, roscos etc.