Este es un postre con una gran apariencia, que cuesta relativamente poco de hacer y que además siempre sale, por muy patoso que seas en la cocina.
Las carlotas son pasteles con un interior gelatinizado, cuajado o helado en el cual el exterior se ha realizado con galletas o bizcochos de soletilla de manera que adquiere un aspecto "convencional". Generalmente los bizcochos se mojan en licor para evitar que se rompan.
INGREDIENTES :
Bizcochos de soletilla (los suficientes para forrar el perímetro del molde y el fondo)
700 gramos de requesón
250 gramos de azúcar glas
Un vaso de nata líquida para montar
12 hojas de gelatina
2 limones
Ron o Brandy (opcional)
Si el pastel también va destinado a los niños vamos a calentar medio vaso de licor sin que llegue a hervir durante unos 10 minutos. De esta manera el alcohol se evaporará. Pero si no queréis utilizar licor, utilizad directamente los bizcochos aunque siempre será más difícil mantenerlos en posición.
Mojamos muy brevemente los bizcochos de soletilla en el licor y los pegamos a la pared interna de un molde alto. El molde ideal es uno alto y ancho sin formas para que sea fácil desmoldarlo.
Forramos todo el interior con los bizcochos y hacemos lo mismo con el fondo. No importa si quedan huecos entre ellos.
Remojamos la gelatina. en agua fría.
En una cazuela calentamos el zumo de los dos limones y cuando esté tibio añadimos la gelatina bien escurrida de agua. Reservamos.
En un bol batimos el queso, el azúcar glas, la nata (mejor si previamente la montáis) la ralladura de la piel de uno de los limones y el zumo que hemos obtenido de dos.
Pues ya casi estamos. Vertemos esta mezcla en el molde e introducimos en el refrigerador toda la noche. Al día siguiente le damos la vuelta y saldrá como un bloque, dando el aspecto de un pastel auténtico pero con el interior gelatinizado.
¡ Es un postre que no falla ! Lo podéis hacer con diferentes rellenos : chocolate, frutas, nata etc...
