Perdonad que haga un inciso en este blog dedicado a la comida. Hace algo menos de veinte años estuve por primera y única vez en Siria. No era un país pobre pero acostumbrado a la riqueza de los países del Golfo Pérsico me chocó encontrarme con un lugar donde todo era tan escaso en comparación.
Recuerdo que aquella vez hice un pequeño tour de negocios por Israel, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria. Lugares torturados por el odio pero donde, a pesar de lo catastrófico de las noticias que llegaban a Occidente, aún había lugar para la alegría. El hambre seguro que ha matado esa poca de alegría. Mientras, nadie mueve un dedo por para la carnicería. En fin, orbis terrarum iniustum. Seguid leyendo sobre este tema el "El País"