Los nuggets (literalmente "pepitas" en inglés) suelen gustar mucho a los niños : son blandos, fáciles de
comer y están muy sabrosos. Por desgracia suelen ir asociados a los restaurantes de comida rápida o a
los platos precocinados de manera que su composición y preparación levanta bastantes sospechas entre los
padres. Esta receta que os mostramos a continuación imita el sabor de los nuggets pero utilizando ingredientes de primera calidad. De esta manera cada vez que vuestros hijos os los pidan no tendréis ni que desplazaros al fast food más cercano ni sentir remordimientos por no saber exactamente qué les proporcionáis.
INGREDIENTES :
200 gramos de pechuga de pollo
50 gramos de harina blanca de trigo
1 huevo + 1 clara de huevo
2 cucharadas de queso fresco tipo Burgos, ricotta etc.
Pan rallado
Sal
Pimienta
Harina blanca de trigo para el rebozado
Aceite virgen extra de oliva
Hervimos la pechuga de pollo hasta que está bien cocinada.
A continuación la deshacemos con cuidado, eliminando cualquier resto de hueso, nervios etc.
Mezclamos el pollo bien desmenuzado con la clara de huevo, la harina tamizada, el queso fresco y salpimentamos ligeramente.
Hacemos bolas pequeñas y las pasamos por harina, dándoles a continuación la forma típica aplastada del
nugget.
Seguidamente las pasamos por el huevo batido y por el pan rallado. Freímos en abundante aceite hasta que
se doren ligeramente.
Dejamos que escurran el aceite sobrante sobre un papel absorbente y listo, ya tenemos unos nuggets saludables que los más pequeños no podrán distinguir de los "originales".