Otra forma de preparar las chuletas, con la ventaja de que la salsa la puedes preparar de antemano y utilizar a tu antojo. Salen fuertes, para qué engañarnos, pero están muy buenas.
INGREDIENTES (4 personas) :
4/8 chuletas de cerdo (dependiendo del tamaño)
Un vaso de tomate triturado
1 cebolla
2 cucharadas de concentrado de tomate
2 dientes de ajo
2 docenas de filetes de anchoa en aceite
2 docenas de aceitunas negras
Medio vaso de vino blanco
Un puñado de albahaca fresca (o dos cucharadas de albahaca seca triturada)
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
En primer lugar vamos a preparar la salsa.
En una sartén con un chorro generoso de aceite de oliva freímos la cebolla picada, los dientes de ajo sin el germen machacados (no picados) y la albahaca fresca (si es seca, la añadís después).
Cuando la cebolla transparente, incorporamos el vino blanco y cuando reduzca a la mitad el vaso de tomate triturado y el concentrado de tomate. Cuando ha reducido a la mitad el líquido añadimos las anchoas picadas (si no las queréis muy saladas con lavarlas ligeramente con agua será suficiente) y las aceitunas sin hueso también picadas. Dejamos cocer un par de minutos y lo trituramos todo hasta que queda una salsa muy suave o algo gruesa, al gusto (ojo, ha de ser una salsa, no una pasta, es decir algo líquida. Si no queda líquida lo mejor es añadir un poco de aceite o incluso agua).
Freímos las chuletas salpimentadas en aceite de oliva hasta que quedan bien doradas. Vertemos por encima la salsa de anchoas y dejamos hacer un par de minutos. Se sirven adornándolas con aceitunas u hojas de albahaca.