Una receta muy fácil de hacer para los que amen mezclar lo dulce con lo salado. Y a quien no le guste, con apartar las ciruelas ya es más que suficiente.
INGREDIENTES (4 personas) :
1 pollo de 1Kg cortado como si fuera a hacerse al ajillo, con la piel
250 gramos de ciruelas secas sin hueso
80 gramos de piñones
1 cebolla grande morada tipo "Figueres"
1 diente de ajo
1 zanahoria
2 tomates maduros rojos
Medio vaso de vino
Medio vaso de caldo de pollo o agua
Harina de trigo
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
En una cazuela, preferiblemente de barro, con un abundante chorro de aceite de oliva pasamos los trozos de pollo salpimentados y enharinados hasta que están dorados. Retiramos y reservamos.
En la misma cazuela freímos la cebolla cortada muy fina, el diente de ajo picado sin el germen y la zanahoria rallada. Cuando la cebolla transparenta añadimos el tomate pelado y sin semillas y bien picado. Seguidamente añadimos los piñones y tras un par de minutos dando vueltas y evitando que se quemen, añadimos el vino. Desglasamos el fondo de la cazuela y entonces incorporamos el pollo.
Añadimos el agua si el vino no es suficiente para cubrir el pollo y dejamos hacer durante media hora. Cinco minutos antes del final añadimos las ciruelas y rectificamos de sal y pimienta.
Si las ciruelas y los piñones os parece poca cosa también se pueden añadir almendras, orejones, pasas sultanas etc.
Una receta muy sabrosa que no desmerece ningún ágape dominguero.