- En Navidad y Año Nuevo es posible ver a mucha gente que practica jogging a última hora del día, supongo que con la esperanza de quemar las grasas que habían consumido durante el día. Aunque no tengo nada en contra de hacer ejercicio físico es preferible la regularidad del mismo que intentar quemar calorías de forma rápida. Se consigue perder peso de forma rápida pero sobretodo por la pérdida de líquidos. Una vez repuestos, el peso vuelve a ser casi idéntico. Por eso para recuperar la forma lo mejor es hacer ejercicio moderado y constante - aparcar el vehículo y realizar los trayectos medios a pie - y de vez en cuando realizar ejercicio más fuerte - correr, nadar, pesas - que es más adecuado para el bienestar del corazón que para perder peso. Es decir, para perder peso lo mejor es la constancia, mientras que para la salud del corazón un buen sprint de vez en cuando es perfecto. Lo mejor es ir andando a cualquier sitio que se halle a menos de 2 Km de distancia y lo ideal caminar de 6 a 8 kilómetros cada día.
- Debemos hacer desayunos completos que incluyan zumos de fruta naturales o fruta, cereales - pero NO cereales azucarados - como pueden ser tostadas de pan integral, alguna grasa como por mantequilla y algún lacteo NO AZUCARADO. Los almuerzos han de ser sobrios y completos, y las cenas muy parcas y como muy tarde a las 20 horas. De esta manera nos aseguramos que estaremos en ayunas durante bastante tiempo pero al estar dormidos gran parte de dicho tiempo será más soportable. Entre comidas, si van a transcurrir más de tres horas, podemos comer algo de fruta o un lácteo descremado. Hacer un desayuno copioso es fundamental, ya que entonces encaramos el almuerzo con menos apetito.
- NADA DE AZÚCAR. Este sí que es un ingrediente prohibido. El azúcar no sólo aporta calorías vacías, sino que además consume recursos vitamínicos y agua para su metabolización. Esto va a ser más difícil de lo que parece ya que tras los excesos navideños, donde hemos consumido mucho azúcar, el cerebro está "dopado" y a la espera de su ración diaria de glucosa. Cuando dejemos de suministrársela tal vez aparezcan jaquecas o una necesidad imperiosa de tomar precisamente alimentos azucarados. Deberemos ser fuertes y esperar a que estos efectos pasen los cuales, por cierto, son muy parecidos al síndrome de abstinencia de sustancias dopantes mucho más fuertes.
- Eliminad las bebidas edulcoradas y el alcohol. Cierto que los edulcorantes aportan poca o ninguna caloría pero aumentan el apetito y pueden tener efectos secundarios como ser laxantes, con lo que destruyen la flora bacteriana. Por si no lo sabéis, en las granjas de engorde animal se incluyen en la dieta edulcorantes artificiales para que el ganado coma más y engorde antes.
- Hay que comer mucha fruta y verdura. Todos los postres y las comidas entre comidas han de ser fruta, y comer mucha verdura cruda en ensaladas o bien cocinada. No se trata de aquello tan manido de que hay que comer fruta y verdura porque aportan minerales y vitaminas, sino por algo que recientemente se ha descubierto : las bacterias que residen en nuestro intestino y que se encargan de ayudarnos a digerir los alimentos SON MÁS EFICACES SI NUESTRA DIETA ES RICA EN VERDURAS Y FRUTA. Aquellas personas que admiramos y que son tan infrecuentes por aquello de que comen lo que quieren sin engordar deben su don a la herencia genética pero también a unas bacterias de su intestino mucho más eficaces. Podemos conseguir lo mismo comiendo mucha fruta y verdura fresca.
- No existen dietas depurativas ni alimentos que nos ayuden a disolver las grasas. No os lancéis a hacer dietas que en la mayoría de los casos provocan serios deficits nutricionales y que tal vez hacen perder peso de manera momentánea pero que tienen un efecto rebote : en cuanto dejéis de hacer una dieta muy restrictiva aumentaréis de peso. Tampoco os fijéis una meta temporal para reducir peso. Ni una semana, ni un mes ni lo que sea. Bajaréis de peso de forma gradual y a menudo sin daros cuenta, simplemente llevando una alimentación no restrictiva pero sana.
- Cuando vuestro cuerpo coma con moderación, no tengáis hambre, estéis satisfechos con lo que coméis y además se mantenga en su peso, sin repuntes ni bajadas, entonces habréis alcanzado un punto de estabilidad del cual no será fácil moverse. No penséis en el peso que os gustaría tener, sino en el peso real que vuestro cuerpo acepta. Y es posible que antes de alcanzar ese peso que por vuestra talla y edad deberiáis tener tengáis pesos ideales intermedios durante mucho tiempo. Digamos que una dieta no es algo que imponemos por un tiempo, sino un modo de comer y vivir de por vida y que los resultados a veces se obtienen a muy largo plazo.
En Enero los gimnasios están llenos pero se vacían rápidamente en Febrero, de manera que se producen efectos rebotes y nuevas oleadas de "arrepentidos" antes de las vacaciones de Semana Santa o verano. En cambio, con una dieta sana, complementada con ejercicio regular y constante, el efecto rebote desaparece.