Pasteles murcianos de carne


Foto: Confitería Espinosa

Estamos ante una de las recetas españolas más antiguas, documentadas desde finales del siglo XVII pero procedente de un largo viaje que se inició, mil años antes, desde la China a través de la Ruta de la Seda. 

Los pastelillos de carne de cerdo encerrados en un pan eran muy populares en el Lejano Oriente y luego fueron extendiéndose a lo largo de la Ruta de la Seda hasta que alcanzaron las zonas controladas por los árabes.  Estos la llevaron a la península ibérica con la conquista del siglo VIII. Con sus lógicas variaciones, se siguen realizando tal cual tanto en Alicante como en Murcia. De hecho algunos pasteles de carne confeccionado en la China actual se parecen bastante al pastel murciano.

El pastel de carne murciano se realiza en porciones individuales con una base de pasta quebrada - la que no sube - que encierra un guiso de diversas carnes, chorizo y productos de la huerta - todo ello encerrado por una espiral de hojaldre que le proporciona un aspecto muy llamativo.

Si compráis tanto la masa quebrada como el hojaldre, se tratará de una receta extremadamente fácil y rápida de hacer, aparte de sabrosa.

INGREDIENTES (para hacer 4 pasteles individuales)

  • 1 hoja de masa quebrada
  • 1 hoja de hojaldre
  • 200 gramos de carne de ternera (para hacer estofado)
  • 150 gramos de panceta
  • 150 gramos de chorizo para guisar
  • 100 gramos de taquitos de jamón
  • 2 tomates grandes
  • 2 pimientos verdes para freír
  • 3 huevos
  • Sal 
  • Pimienta negra
  • Aceite virgen extra de oliva

Si compramos la masa quebrada y el hojaldre congelados los descongelamos en el frigorífico, jamás a temperatura ambiente.

Picamos los pimientos verdes y los tomates (sin piel ni semillas) y los llevamos a una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva, a fuego medio.

Pochamos las verduras hasta que se reblandecen y entonces añadimos la carne de ternera, la panceta, el jamón y el chorizo cortados en cubos no muy grandes (alrededor de un centímetro de lado).

Mientras se hace la carne, cocemos dos huevos para que se queden duros (12 minutos a contar desde que empieza la ebullición). Para que se pelen fácil añadimos al agua de cocción una cucharada generosa de sal y un chorro de vinagre. Cuando están cocidos, los pasamos por agua fría, pelamos y cortamos en cubos (a veces se prefiere hacerlo a gajos grandes, para que sea más visible). Reservamos.

Si la carne ya está hecha cuando hemos terminado de hacer los huevos la retiramos del fuego y entonces es aconsejable colocarla sobre un colador para que suelte el exceso de aceite y grasa. De esta manera el pastel no quedará aceitoso.

Extendemos la masa quebrada y marcamos unos círculos de unos 15 cm de diámetro. Esa será la base. Lo más fácil sin embargo es hacerse con molde de aluminio de un tamaño parecido con paredes no muy altas y meter la masa en los mismos.  En el centro de cada uno de los círculos vertemos la carne con verduras.

Procedemos a cerrar con hojaldre. Si queremos el aspecto que tienen habitualmente, cortamos tiras estrechas de hojaldre y vamos haciendo el contorno de los pasteles, de forma concéntrica, hasta que cubrimos todo el pastel. Recordaremos sellar los bordes para que salga el relleeno durante el horneado. Si queremos algo rápido, bastará con hacer una tapa aunque es aconsejable hacer un par de incisiones para que el relleno respire.

Una vez cubierto el relleno, pintamos el hojaldre con el huevo restante, para que quede bien brillante.

Horneamos a 180 grados lo justo para que se haga la quebrada y el hojaldre y quede de un bonito color dorado. Recordemos que el relleno ya está cocinado, así que solo se trata de hacer la pasta.

Se sirve caliente y no hay problema en guardarlo durante días, aguanta bastate bien.

En Murcia se suele vender en las confiterías.