El Quesillo es uno de los postres más populares entre los canarios. Se trata de un flan realizado en gran parte con leche condensada y no lleva nada de queso, así que no se muy bien por qué del nombre. He consultado varias fuentes pero ninguna me han asegurado al cien por cien que tengan razón en los argumentos que defienden (que si es por el aspecto amarillento, que si es porque antiguamente llevaba queso...) por lo que me abstengo de asegurar nada. Lo que sí os puedo afirmar que se trata de un postre que crea adicción.
INGREDIENTES (para un quesillo familiar) :
- 1 lata de leche condensada La Lechera (no es por publicidad, es la que uso como medida, son unos 380 gramos de leche condensada)
- Leche según la lata de la Lechera (luego lo explico)
- 5 huevos
- 1 limón
- Caramelo líquido
En un bol incorporamos la leche condensada y una vez vaciada llenamos esa misma lata con leche entera, la vertemos y volvemos a llenar hasta la mitad, vertiéndola a su vez. Es decir, la relación de leche condensada a leche entera es 1:1,5. Así que podéis utilizar cualquier cantidad de leche condensada que queráis.
Batimos los huevos y los añadimos también, así como la ralladura de la piel de limón.
Si habéis comprado el caramelo líquido lo vertéis en el fondo de una flanera metálica de litro. Pero si lo queréis hacer por vuestra cuenta, simplemente usáis 60 gramos de azúcar en un cazo a fuego bajo con una cucharada de agua y unas gotas de zumo de limón. Cuando se deshace y toma un color caramelo - nunca mejor dicho - ya está listo. No os olvidéis del zumo de limón o cristalizará.
Vertemos en la flanera, una vez ya está el caramelo en el fondo, la mezcla de leches. Ahora vamos a cocer al baño maría la flanera. Para ello disponemos una cazuela con agua sobre el fuego donde quepa la flanera de manera que llegue a mitad de la altura de la misma. También es conveniente que la flanera no toque el fondo de la cazuela, así que separadla con la ayuda de un hierro, como el que se utiliza para poner un guiso caliente sobre el centro de la mesa y evitar quemar el mantel.
Lo dejamos hacer aproximadamente 1 hora, hasta que el quesillo está visiblemente cuajado. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego llevamos al frigorífico para que se consolide al menos durante 6 horas. Lo mejor es hacerlo de un día para otro.