Con este pastel, que tiene más presencia que dificultad en la realización, podéis dar la campanada en cualquier comida navideña. De hecho solo necesita cuatro ingredientes : pan de molde, atún en lata, tomates frescos y mahonesa, aparte de la decoración que queráis darle. Diría que es baratísimo, pero dado el precio que está tomando el atún en lata, tal vez estaría faltando a la verdad.
Algunas personas incluso hacen lactonesa (mahonesa de leche) para que asemeje a la nata y lo decoran además como si fuera una tarta, con lo que a los invitados les resulta chocante ver aparecer algo que esperan a los postres.
Debéis de tener en cuenta que el pastel es preferible hacerlo el día anterior a la comida o bien al menos seis horas antes.
INGREDIENTES (4 personas) :
- Un molde de aluminio desechable de unos 22 cm de diámetro
- Pan de molde (alrededor de 600 gramos, sin corteza a ser posible)
- 2 ó 3 latas pequeñas de atún en aceite de girasol
- 4 o 5 tomates maduros
- Mahonesa
- Opcional : elementos de la decoración
En primer lugar extraemos todo el aceite de las latas de atún. Para ello las colocamos en un vaso de manera que vayan escurriendo en su interior. Cuando más seco esté el atún, mejor para el pastel.
Mientras las latas escurren cortamos los tomates por la mitad, les sacamos las semillas con la ayuda de una cucharita y los rallamos. Recogemos la pulpa y la mezclamos con el atún desmigado.
Disponemos el molde de aluminio sobre una superficie plana y horizontal y procedemos a cortar rebanadas de pan de molde para que se acomoden a la forma de la base. Es imprescindible haber retirado todo la corteza al pan.
Una vez tenemos la base de pan colocada, procedemos a incorporar el relleno de atún y tomate.
Una vez hemos cubierto la base con el relleno, procedemos a colocar una nueva capa de pan de molde de manera que quede lo mejor ajustado posible.
De nuevo otra capa de relleno y así sucesivamente hasta que acabamos con el relleno, siempre intentando que la última capa sea siempre de pan de molde.
Colocamos un peso sobre el pan que conforma la última capa (puede ser un plato y sobre el mismo un vaso lleno de agua) y lo colocamos en la nevera para que repose toda la noche. Con esto conseguiremos que el pan tome la forma del molde.
Al día siguiente extraemos el molde, le damos la vuelta y extraemos el pastel.
Ahora solo basta con cubrirlo de mahonesa y decorarlo a nuestro gusto. Podemos hacerlo con hojas de salmón ahumado o pepino fileteado con mandolina (como en la foto), pimientos rojos, aceitunas etc.
Lo mejor de todo : el sabor que tiene.
