Crumble de Manzana para desayunar

Tal vez aún estáis a tiempo de prepararos un crumble para desayunar. Los ingredientes son bastante comunes y suelen estar disponibles en todos los hogares.

El Crumble (se pronuncia "crámbel", con la "a" larga) se hace con una base principal que se cubre un topping que suele estar compuesto de harina o pan triturado, mantequilla y azúcar (si el crumble es dulce, claro). Porque los crumble pueden ser también salados. Los dulces no obstante son los más populares. La base suele ser alguna fruta, siendo las más populares las manzanas, los frutos del bosque o las ciruelas. La verdad es que la receta es muy laxa y se puede hacer de muchas maneras, casi mejor a ojo que con medidas exactas.

INGREDIENTES 

  • 500 gramos de manzanas
  • Azúcar glass
  • Canela molida
  • Limón

Para el "topping"

  • 150 gramos de harina o pan duro desmenuzado (un par de vasos llenos), incluso con cereales o muesli
  • 120 gramos de mantequilla
  • 120 gramos de panela (azúcar integral)
  • Opcional : helado de vainilla o nata montada o natillas

Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las hacemos en trozos no demasiado pequeños. Cuanto más "basto" se ve el crumble, mucho mejor.

Introducimos las manzanas en un bol rociándolas con un poco de zumo de limón para que no se oxiden. Inmediatamente las rebozamos con azúcar glas (con un par de cucharadas debería ser más que suficiente) y un poco de canela molida. La manzana a emplear mejor que sea la verde ácida pero que esté madura (que no sea demasiado dura) o costará mucho que se ablande en el horno. Si veis que la que tenéis a vuestra disposición es dura, mejor hervirla brevemente en agua para que se ablande.

Colocamos la manzana rebozada en una fuente que pueda ir al horno, mejor si es rectangular y de paredes no muy altas. Distribuid los trozos de manera regular y ya digo, que no os preocupe que sean de tamaño diferente. De hecho "crumble" significa "desmonoronarse", con eso queda dicho todo.

En un bol mezclamos el pan duro que hemos triturado con trozos de mantequilla y la panela. Lo mezcláis con las manos o, si os hace "cosa" quedar con las manos grasientas, emplead un procesador de comida.

Se distribuye esta mezcla de mantequilla por encima de los trozos de manzana como si fuera una bechamel (será menos líquida que esta, claro).

Precalentamos el horno a 180 grados e introducimos durante unos 30 minutos. Se formará un capa superior crujiente y dorada y la manzana quedará blanda (eso esperamos).

Como he dicho antes se puede usar en lugar de manzanas frutos del bosque, ciruelas o incluso higos (con higos queda realmente bueno). 

Para servirlo se deja que se enfríe un poco - se come caliente o tibio, pero no frío - y se extrae de la fuente donde lo hemos horneado directamente, cortando una porción donde pillaremos manzana y la costra de azúcar que la cubre. A veces en lugar de colocar la fruta directamente sobre la base de la fuente se coloca un hoja de pasta brisa - la que no sube - y así los cortes quedan más tipo "tarta". Lo tradicional es hacer el crumble sin ninguna base. No queda bonito pero sigue estando realmente muy bueno.

Para hacerlo aún más bueno se añade una bola de helado, nata montada o incluso se baña en natillas. Para salir rodando.