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Pollo Piri-Piri

Este plato, muy popular en Portugal, posee un nombre muy curioso que no tiene una explicación fácil.

La palabra piri-piri procedería del vocablo pilipili que en suajili, un idioma africano hablado en el este del continente, se traduciría como "pimienta".

No obstante parece ser que la palabra se habría originado en el idioma rongo, hablado en el sur de Mozambique donde los portugueses llevaron un tipo de pimiento que habían encontrado en Brasil y que llamaban "malagueta". 

De aquellos malaguetas derivó otro tipo de pimiento picante,  el pili-pili, que ahora se considera una especie diferente. De hecho hasta crece salvaje en gran parte del este de África, habiéndose aclimatado muy bien a la franja subtropical que más o menos posee el mismo clima de su lugar de origen.

Para más inri, el nombre de malagueta se lo dieron los portugueses al pimiento que encontraron en Brasil porque era picante como la pimienta melegueta o amomo que éstos encontraron en el África Occidental, pero que no tiene nada que ver con los piri-piri porque hasta que llegaron los portugueses, no había pimientos en África.

Así que para un africano el término piri-piri significa pimienta mientras que para un portugués tiene más un significado de salsa extremadamente picante hecha a base de pimientos con la que sazonar algunos guisos y asados. 

Para acabar de complicar este embrollo, los portugueses llaman malagueta a los pimientos picantes pero piri-piri a la salsa resultante.

Como los malagueta no son fáciles de encontrar en España, vamos a hacer la salsa picante con  chiles rojos, a veces también llamados ajíes o guindillas rojas. Reproduzco foto aquí para que no exista confusión alguna. Las salsa es potente, advertidos estáis.


INGREDIENTES (4 personas) :

  • Muslos, cuartos o incluso medio pollo entero, según el hambre del comensal. Si es entero, cortado como si se fuera a hacer al ajillo.
Para la salsa :
  • 12 guindillas rojas
  • 4 dientes de ajo
  • 1 vaso (200 ml) de aceite virgen extra de oliva
  • 1 cucharada de pimentón dulce
  • 1 limón
  • Sal
  • Vinagre

En primer lugar precalentamos el horno a 200 grados. Cuando ha alcanzado la temperatura introducimos las guindillas rojas durante 10 minutos exactos.

Una vez hemos horneado las guindillas, las extraemos y hacemos la salsa. Si no queréis emplear el horno se puede emplear el grill del microondas.

En el vaso de la batidora de mano introducimos las guindillas, los dientes de ajo sin el germen verde y el aceite de oliva. Batimos para que mezcle bien.

Añadimos el zumo de limón (primero de una mitad, luego ya veremos si necesitamos la segunda), el pimentón y media cucharadita de sal y otra de vinagre. Probamos y ajustamos el sabor añadiendo más zumo de limón, vinagre y sal, si fuera necesario. El limón atenúa el sabor del aceite, así que es posible que tengáis que añadir también la ralladura de la piel.

Con la salsa obtenida pintamos los trozos de pollo y lo dejamos marinar, metido en el nevera, durante al menos 6 horas.

Transcurrido el tiempo de marinado colocamos las piezas de pollo en una bandeja que pueda ir al horno y sobre el mismo vertemos la salsa piri-piri.

Precalentamos el horno a 200 grados y dejamos hacer alrededor de 40 minutos o hasta que el pollo se ve hecho. De vez en cuando ir rociándolo con los caldos del fondo de la bandeja.

Se sirve bien caliente - en temperatura y en picante -, generalmente acompañado de patatas, arroz o ensalada. 

Os recomiendo que dispongáis también de leche o alguna bebida láctea  a mano que es lo único que calma el picor.