Vamos a estofar unas lentejas sustituyendo el clásico arroz con quinoa. Añadir arroz a las legumbres no era un capricho ni sirve esencialmente para espesar el caldo resultante, como algunos creen. De hecho los cereales sirven para complementar los aminoacidos esenciales que aportan las lentejas. Así éstas son deficitarias de metionina mientras que se encuentra sin problemas en los cereales. También, como en cualquier matrimonio bien avenido, los cereales se complementan a su vez con las legumbres ya que son pobres en aminoácido lisina.
Incorporando quinoa a las lentejas vamos más allá, ya que este pseudo cereal aporta todos los aminoácidos esenciales para el organismo humano y además es rico en minerales como hierro, calcio y fósforo, entre otros. Tiene el doble de proteínas que los cereales y un alto contenido en ácido linoleico. La quinoa es tan nutritiva que se ha propuesto como uno de los alimentos a considerar en entornos cerrados como los que se podrían dar en viajes espaciales de larga duración. Y por si fuera poco, no contiene gluten y es por tanto perfectamente apta para celíacos siempre que no sufra contaminaciones cruzadas.
INGREDIENTES (4 personas) :
200 gramos de lentejas pardinas
150 gramos de quinoa
2 patatas grandes
100 gramos de chorizo para cocinar
1 cebolla grande
Medio vaso de tomate triturado
Aceite virgen extra de oliva
Sal
En una cazuela honda a fuego medio vertemos un chorro generoso de aceite de oliva. Rallamos la cebolla y la incorporamos. Cuando transparente añadimos el tomate triturado y dejamos hacer hasta que el sofrito toma cuerpo.
A continuación añadimos entre 1.5 y 2 litros de agua (dependiendo de lo caldoso que queramos el cocido) y las patatas cortadas en trozos. Si empleamos lentejas de tipo pardina, las lavamos e incorporamos también. Si vais a utilizar lentejas cocidas se añaden más adelante.
Subimos el fuego hasta que el agua hierva y a continuación reducimos de manera que tapando la cazuela hierva de forma suave y al destapar cese la ebullición. Dejamos hacer durante unos 20 minutos.
Seguidamente añadimos el chorizo cortado en trozos y comprobamos la dureza de las patatas. Si ya se empiezan a ablandar cogemos un trozo y lo trituramos con el tenedor. De esta manera el caldo resultante será más espeso y apetecible. Si las patatas no están blandas, dejamos 10 minutos adicionales.
Cuando las patatas están bastante blandas añadimos la quinoa previamente lavada con abundante agua. Esto es imprescindible para eliminar la saponina que la cubre y que resulta amarga. Si queréis emplear lentejas cocidas, este es el momento de añadirlas.
Dejamos cocer 15 minutos, rectificamos de sal, y listo para consumir. Una receta clásica con un ingrediente nuevo para nuestra cocina pero muy saludable.