Seguro que la habéis comido en algún restaurante o incluso la habéis preparado en casa con la ayuda de unos preparados que se encuentran en casi todos los supermercados. Pues ahora podéis aprender a preparara una tarta de queso sobre una base de galleta de forma rápida y sencilla. De hecho tardaréis más tiempo en juntar los ingredientes que en prepararla.
INGREDIENTES :
250 gramos de queso cremoso*
250 gramos de azúcar
4 huevos
2 cucharadas rasas de harina blanca
1 vaso (200 ml) de nata líquida para cocinar
Medio vaso (100 ml) de leche entera
50 gramos de azúcar vainillado
Una docena de galletas "maría"
2 cucharadas de mantequilla sin sal
Molde de aluminio desechable de unos 18/20 cm.
Opcional : mermelada de fresa
* como queso se pueden utilizar varios. Los más populares son el "Philadelphia", el Quark de Danone, el brie y hasta los quesitos de La Vaca que Rie o el Caserio.
En primer lugar vamos a crear una base de galleta para nuestra tarta. Para ello desmenuzamos las galletas y las mezclamos con la mantequilla a punto de pomada. Obtenemos una masa que extendemos por toda la base del molde de aluminio de manera que quede de un espesor regular.
Ahora vamos a mezclar el resto de ingredientes. No hay que hacerlo de forma de concienzuda, sino simplemente que queden "revueltos". Si lo hacéis de manera muy metódica al hornearlo la superficie se romperá.
Ahora vertemos la masa semi-líquida sobre la base de galleta. Precalentamos el horno a 180 grados e introducimos durante una hora. Atención ahora. Para conseguir una tarta de queso homogénea, sin fisuras ni roturas, al finalizar el horneado la dejaremos en el horno SIN ABRIR LA PUERTA. Debe permanecer así un mínimo de 5 horas, así que lo mejor es dejarla toda la noche. Por la mañana se saca y se enfría en la nevera. Se puede decorar con una capa fina de mermelada de fresa sobre la superficie.