El looqemat es un buñuelo dulce que emplea harina y yogur. Se sirve caliente - en frío desmerecen bastante - bañados en el típico jarabe que se emplea también en los baklava. Son bastante sencillos de hacer aunque hay que respetar los tiempos de fermentado para que el resultado sea óptimo.
INGREDIENTES :
Medio vaso de yogur griego (utilizad el vaso normal para beber agua, de unos 200 ml)1 vaso y medio de harina blanca
2 cucharaditas de levadura fresca
Media cucharadita de azúcar
Medio vaso de agua tibia
50% aceite virgen extra de oliva, 50% aceite de girasol, maíz o canola
Una pizca de sal
Separamos la mitad del agua y la mezclamos con el azúcar y la levadura dejando que esta mezcle fermente (en semipenumbra y a temperatura ambiente). Con una o dos horas será suficiente.
En un bol mezclamos el yogur, la harina blanca, la punta de sal, la mitad del agua restante y el fermento de la levadura, mezclando a conciencia. Esta masa se deja reposar durante unas 5 ó 6 horas en un lugar a temperatura ambiente sin mucha luz (cubrir el bol con un paño de algodón puede ser suficiente).
Ahora basta con llenar una cacerola o sartén con dos o tres dedos de aceite y calentar hasta casi humear. Haremos unas bolas del tamaño del típico buñuelo de bacalao español (bola de ping pong) y lo pondremos a freír de manera que quede cubierto con el burbujeo del aceite. Lo sacamos cuando están dorados colocándolos en un papel que absorba el exceso de aceite. Se deben comer tibios. Si lo habéis hecho bien y la harina es de calidad no tendrá sabor a harina, sólo a yogur. Pero si no es así, podéis disimular algunas imperfecciones bañándo los looqemat en jarabe.
Para el jarabe necesitaréis :
1 vaso de azúcar
Media taza de aguaZumo de limón
Pon el agua en una cacerola con el azúcar y a fuego medio hasta que hierva. Dejar hervir durante 10 minutos removiendo la espuma a medida que aparezca (son impurezas que enturbian el jarabe). Se añade el zumo de medio limón y se deja a fuego lento durante otros diez minutos. Es importante cubrir la cacerola porque si no el agua se evaporaría y haríamos caramelo, no jarabe. Con este jarabe tibio se bañan los looqemat y si queda algún residuo del sabor a harina, desaparecerá.