Los entendidos suelen degustar las ostras crudas, si acaso con algún aderezo, evitando desperdiciar el llamado "licor de ostra" que contienen. Si quieres probarlas y te desagrada comerlas crudas, hay diversas preparaciones como la que hoy nos ocupa en que con un breve horneado de apenas 5 minutos evitaremos el efecto "sushi". Así podréis disfrutar de este manjar para por ejemplo la cena de Nochevieja.
Estas ostras son típicas de Nueva Orleans. La receta fue desarrollada por un restaurante de la ciudad a finales del siglo XIX y el nombre se debe a la popularidad de uno de los mayores magnates norteamericanos de la época. Siempre se ha supuesto que los ricos comen ostras, faisán y caviar a todas horas.
INGREDIENTES (4 personas)
Se calcula media docena de ostras por comensal, así que en este caso necesitaremos 24 ostras.
- 24 ostras
- 150 gramos de mantequilla
- Un ramo de perejil
- 2 chalotas (muy utilizadas en Francia, es un bulbo parecido a la cebolla con sabor mezcla entre ésta y el ajo)
- 3 dientes de ajo
- Sal
- Pimienta negra molida
En primer ablandamos la mitad de la mantequilla con el microondas hasta que se haga casi líquida. Entonces picamos muy finas las chalotas, los dientes de ajo y la ramita de perejil (solo las hojas, desecháis los tallos).
Añadimos entonces la picada a la mantequilla, mezclando bien.
Vertemos la mezcla de mantequilla y picada en las conchas, justo encima de la carne de la ostra.
Disponemos las ostras en una fuente que pueda ir al horno con la parte abierta hacia arriba.
Los espolvoreamos con sal y pimienta negra molida y los llevamos a gratinar al horno hasta que la mantequilla burbujea (en 5 minutos deberían estar listos).
Se sirven bien calientes. Están de fábula, os las recomiendo.