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Pastel de Bacalao Mechado



 

¿Te acabas de despertar y de repente te has acordado que hoy es Navidad, tienes invitados a comer y aún no has pensado un menú? No desesperes. El pastel de Bacalao puede ser tu salvación.

Es un entrante fácil de hacer y que ofrece una presentación magnífica.

INGREDIENTES :

  • Medio kilo de patatas
  • 300 gramos de bacalao desmigado
  • 2 latas grandes de pimientos del piquillo o 100 gramos de colas de gambas
  • Una docena de olivas negras
  • 1 diente de ajo
  • 2 huevos
  • 1 cucharada de perejil picado
  • Levadura química (opcional)
  • Mantequilla
  • Sal
  • Aceite virgen extra de oliva


En primer lugar desalamos el bacalao durante 24 horas en el frigorífico cambiando el agua al menos dos veces...¿que no tienes tanto tiempo? Desala durante 4 horas cambiando el agua cada hora y luego, justo antes de usarlo, pásalo un buen rato por agua de grifo corriente.

Cocemos las patatas con su piel en abundante agua hasta que clavando el tenedor se hayan ablandado lo suficiente para llegar al corazón. Pelamos e incorporamos al pasapurés. Añadimos el bacalao desmigado bien escurrido y damos unas cuantas vueltas para que se mezclen bien.

Sacamos del pasapurés y en un bol mezclamos con el diente de ajo (sin el germen para que no repita) y la cucharada de perejil bien picados. Se echa media cucharadita de sal (atención, probad antes el punto de sal del bacalao para no pasaros), los dos huevos batidos, una cucharada de aceite y se remueve bien. Si queremos que el pastel quede esponjoso, añadimos medio sobre de levadura. Luego, con cuidado, colocamos tiras o cuadraditos de pimientos rojos en lata de manera que queden bien entremezclados. Dejamos bastantes pimientos para cubrir el pastel. Si no queremos o no tenemos pimientos del piquillo o lo queremos hacer con más empaque, emplead colas peladas de gambas.

Engrasamos bien un molde de aluminio con mantequilla - no es necesario si tenéis moldes de silicona y lo rellenamos con la masa, vigilando que los pimientos queden bien distribuidos. Finalmente colocamos arriba del todo una capa de pimientos para mejorar la presencia.

Precalentamos el horno a 180 grados y horneamos durante un cuarto de hora - o lo que tarde en cuajar el huevo -. Luego tenéis dos opciones : servir caliente o bien frío. Está igual de bueno.

Vale, no tenéis ni bacalao ni pimientos ni gambas. Si al menos tenéis patatas podéis seguir el mismo proceso pero mechando por ejemplo con taquitos de jamón o bacon frito, incluso con lonchas de queso.