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Crumble de Manzanas


Mucha gente piensa que los ingleses no tienen gastronomía y no es cierto : la tienen y en abundancia, otra cosa es que les de la gana cocinar, que suele ser que no. 

Cuando visitas un piso a la venta en Londres (esto no es ninguna broma) y te dicen que la cocina está impoluta y que además es la original, significa que 1) la cocina existe , 2) que nunca se ha usado y 3) que nunca han sentido ninguna necesidad por reformarla dado el poco uso que se hace de la misma. Si sobre el mármol se murió Sherlock Holmes, seguro que allí sigue todavía ¿Que cómo resuelven el día a día? Pues a menos que tengas niños y por ello te veas obligado a un mínimo de cocina para que los servicios sociales no te hagan una desagradable visita y si además eres londinense, comes siempre fuera. Desayuno, almuerzo y cena, siendo el almuerzo por aquello que se hace mientras trabajas, el menos abundante y el más improvisado.

Dejando estos detalles etnográficos, el Crumble es una de esas recetas tradicionales cuya gracia es que queden mal hechas. Cuanto más irregular y desmigado está el horneado, mejor que mejor. Debe dar la impresión que la has hecho sin ganas pero debe saber a gloria bendita.

El Crumble (se pronuncia "crámbel", con la "a" larga) se hace con una base principal que se cubre un topping que suele estar compuesto de harina o pan triturado, mantequilla y azúcar (si el crumble es dulce, claro). Porque los crumble pueden ser también salados. Los dulces no obstante son los más populares. La base suele ser alguna fruta, siendo las más populares las manzanas, los frutos del bosque o las ciruelas. La verdad es que la receta es muy laxa y se puede hacer de muchas maneras, casi mejor a ojo que con medidas exactas.

INGREDIENTES 

  • 500 gramos de manzanas
  • Azúcar glass
  • Canela molida
  • Limón

Para el "topping"

  • 150 gramos de harina o pan duro desmenuzado (un par de vasos llenos), incluso con cereales o muesli
  • 120 gramos de mantequilla
  • 120 gramos de panela (azúcar integral)
  • Opcional : helado de vainilla o nata montada o natillas

Pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las hacemos en trozos no demasiado pequeños. Como ya he dicho antes, cuanto más "basto" se ve el crumble, mucho mejor.

Introducimos las manzanas en un bol rociándolas con un poco de zumo de limón para que no se oxiden. Inmediatamente las rebozamos con azúcar glas (con un par de cucharadas debería ser más que suficiente) y un poco de canela molida. La manzana a emplear mejor que sea la verde ácida pero que esté madura (que no sea demasiado dura) o costará mucho que se ablande en el horno. Si veis que la que tenéis a vuestra disposición es dura, mejor hervirla brevemente en agua para que se ablande.

Colocamos la manzana rebozada en una fuente que pueda ir al horno, mejor si es rectangular y de paredes no muy altas. Distribuid los trozos de manera regular y ya digo, que no os preocupe que sean de tamaño diferente. De hecho "crumble" significa "desmonoronarse", con eso queda dicho todo.

En un bol mezclamos el pan duro que hemos triturado con trozos de mantequilla y la panela. Lo mezcláis con las manos o, si os hace "cosa" quedar con las manos grasientas, emplead un procesador de comida.

Se distribuye esta mezcla de mantequilla por encima de los trozos de manzana como si fuera una bechamel (será menos líquida que esta, claro).

Precalentamos el horno a 180 grados e introducimos durante unos 30 minutos. Se formará un capa superior crujiente y dorada y la manzana quedará blanda (eso esperamos).

Como he dicho antes se puede usar en lugar de manzanas frutos del bosque, ciruelas o incluso higos (con higos queda realmente bueno). 

Para servirlo se deja que se enfríe un poco - se come caliente o tibio, pero no frío - y se extrae de la fuente donde lo hemos horneado directamente, cortando una porción donde pillaremos manzana y la costra de azúcar que la cubre. A veces en lugar de colocar la fruta directamente sobre la base de la fuente se coloca un hoja de pasta brisa - la que no sube - y así los cortes quedan más tipo "tarta". Lo tradicional es hacer el crumble sin ninguna base. No queda bonito pero sigue estando realmente muy bueno.

Para hacerlo aún más bueno se añade una bola de helado, nata montada o incluso se baña en natillas. Para salir rodando.