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Şekerpare, galletas turcas en almíbar de limón


La palabra "Şekerpare" significa "azucarado" (donde la "ş" se pronuncia como "sh"). Se trata de unas galletas de semolina, harina y mantequilla que de no ser por un detalle final serían como cualquier otra. Ese detalle especial consiste en un baño en jarabe de limón que aparte de darles un sabor magnífico las vuelve blandas y húmedas. En cierta manera son una especie de versión de los baklava.

Son muy populares en Turquía y si las preparáis os daréis cuenta de la razón de inmediato.

INGREDIENTES

  • 300 gramos de harina de fuerza
  • 125 gramos de mantequilla sin sal
  • 120 gramos de azúcar
  • 100 gramos de semolina 
  • 2 docenas de almendras o avellanas o pistachos (al gusto)
  • 2 huevos
  • 1 limón
  • 1 sobre de levadura de panadero (levadura seca) de unos 20 gramos.
  • Aceite de oliva

Para el jarabe de limón

  • Medio litro de agua
  • 350 gramos de azúcar
  • 1 limón

Es importante que conectemos el horno a 180 grados nada más empezar la confección de este dulce porque debe estar a la temperatura adecuada en el momento de emplearlo. Se va a hacer un horneado medido en el tiempo, así que deben ser a 180 grados exactos.

Mientras el horno caliente preparamos el jarabe.

Vertemos en una cazuela a fuego medio el agua y el azúcar y removemos hasta que el segundo se disuelve. Cuando el agua hierva añadimos el zumo del limón. Reducimos el fuego y removemos durante 15 minutos hasta que el jarabe se espesa ligeramente. Retiramos del fuego y dejamos enfriar del todo.

En el horno microondas fundimos la mantequilla.

Mezclamos la harina tamizada con la semolina y le añadimos la mantequilla, mezclando vigorosamente.

Añadimos los dos huevos batidos, la piel rallada del limón, dos cucharadas de aceite de oliva, el azúcar y la levadura química. Mezclamos bien y amasamos durante unos 10 minutos. Si disponéis de amasadora es el momento de emplearla.

El resultado del amasado debe ser una masa elástica y húmeda.

Dejamos reposar la masa durante media hora en un lugar tibio, oscuro y sin corriente de aire para que aumente de volumen.

Transcurrido el tiempo de descanso, amasamos manualmente durante unos 5 minutos y procedemos a separar bolas del tamaño de una bola de ping pong. Con las medidas indicadas deberéis obtener más o menos 20-25 bolas. Para facilitar dar la forma mojad las manos en agua fría o en un poco de aceite de oliva.

Las colocamos en una bandeja ancha y larga, no muy alta, que pueda aguantar el horno sobre la que hemos colocado un papel de hornear. Colocamos sobre ella las bolas de masa aplastándolas ligeramente y suficientemente separadas para que el expandirse no se toquen. Clavamos en el centro la almendra, avellana o pistacho.

Dejamos levar de nuevo unos 10 minutos.

Introducimos en el horno exactamente 25 minutos - o menos si se empiezan a dorar -. Extraemos del horno e INMEDIATAMENTE (esto es importantísimo) vertemos por encima todo el jarabe de limón. 

Dejamos que se enfrién absorbiendo el jarabe - lo harán en su práctica totalidad en menos de 20 minutos - y a degustarlas acompañando un café o un té. 

Os sabrán a gloria, os lo prometo.