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Desayuno inglés


Que los ingleses van a su bola es algo de lo que te das cuenta en el momento de poner un pie en la isla. Conducen por la izquierda, desprecian el sistema métrico y hasta su desayuno es diferente.  

Es bastante habitual que en los hoteles te den a elegir entre el "desayuno continental o europeo (sic)" y el "inglés". El primero sirve lo habitual - bollería, café con leche, mantequilla, mermelada y tostadas - mientras que el segundo es adecuado si vas a cruzar el mar a nado en invierno. 

A ellos les parece una maravilla, una seña de identidad, pero claro, una vez que una tormenta cortó el servicio de ferries en el Canal de la Mancha tuvieron la ocurrencia de titular en un periódico : "Europa aislada". Y no lo decían en broma.

Aquí tenéis cómo se hace un típico desayuno inglés. Vosotros juzgaréis.

INGREDIENTES (1 persona)

  • 2 salchichas de cerdo gruesas
  • 2 lonchas de bacon
  • 100 gramos de champiñones
  • 200 gramos de judías cocidas
  • 1 huevo
  • 3 rebanadas de pan moreno (de centeno o similar)
  • 1 tomate
  • Mantequilla
  • Perejil
  • Sal
  • Pimienta negra molida

En primer lugar vertemos una cucharadita de mantequilla en una sartén y freímos las salchichas por todos lados hasta que se doran. Luego encendemos el horno a 200 grados y cuando ha cogido la temperatura introducimos las salchichas en una bandeja junto al tomate entero al que simplemente hemos practicado una cruz con el cuchillo en la parte superior. Deberán estar dentro durante 10 minutos. Transcurrido el tiempo, apagamos el horno pero dejamos dentro la bandeja.

En la misma sartén donde hemos frito las salchichas, vertemos otra cucharadita de mantequilla y freímos las lonchas de bacon hasta que están crujientes. Retiramos e incorporamos a la bandeja del interior del horno, para que se mantengan calientes.

De nuevo en la misma sartén freímos los champiñones salpimentados hasta que se ablandan y oscurecen ligeramente. Espolvoreamos por encima perejil picado. Retiramos y, habéis adivinados, metemos en el horno para que no se enfríe.

Luego cocinamos las judías - algunos le vierten un poco de tomate frito - y reservamos. Otros simplemente mezclan el tomate que hemos visto al principio para dar color a las judías.

Como habréis advertido, la "grasilla" del ingrediente anterior ayuda a la cocción del siguiente. Por eso es importante el orden.

Finalmente freímos el huevo, de nuevo sobre mantequilla, y ya podemos componer el plato.

En el mismo vertemos las judías, a un lado el bacon, el huevo frito convenientemente sazonado, los champiñones, el tomate y las salchichas, además de las tres rebanadas de pan de centeno.

Hay muchas variaciones, según en qué parte del Reino Unido os encontréis.  Los escoceses usan haggis - la vejiga de una oveja rellena de carne - y huevo escocés (un huevo envuelto en carne y empanado) mientras que otros suelen añadir pudding de sangre (una especie de morcilla).

Como veis un desayuno más que potente y con el colesterol a tope, claro. Se suele servir con café o té, raramente con zumo de naranja que a los ingleses les suena como demasiado "europeo".