Mamul








Los mamul son dulces rellenos típicos de Oriente que se hacen a base de sémola y mantequilla. Por poner un símil serían el equivalente a las pastas de mantequilla danesas. Desconozco el origen pero se encuentran en prácticamente todos los paises musulmanes del Oriente mediterráneo e incluso en Armenia. En algunos lugares se rellenan de dátiles mientras que en otros se emplean las nueces. Son bastante fáciles de hacer, llevan poca azúcar pero una barbaridad de mantequilla, así que se han de consumir con precaución.

INGREDIENTES

200 gramos de mantequilla
500 gramos de sémola de trigo
200 gramos de harina para repostería
3/4 vaso de leche
200 gramos de nueces
125 gramos de azúcar
Agua de azahar/ anís

Respecto al agua de azahar indicar que es un aromatizante. Si habéis probado en algún país árabe estas galletas y no la usáis en vuestra receta notaréis que falta algo. Si es la primera vez que las probáis, probablemente podáis substituir sin problemas el agua de azahar por un poco de anís. El agua de azahar se puede encontrar fácilmente en varios supermercados en la zona de repostería o fabricarlo caseramente haciendo un infusión con flores de azahar que encontraréis en la herboristería.

En primer lugar vamos a preparar la masa. Derretiremos en una sartén caliente la mantequilla, evitando que burbujee. Una vez se haya fundido retiraremos del fuego añadiendo a continuación la sémola, la harina, 25 gramos de azúcar y el vaso de leche. Mezclamos y vertemos sobre la piedra de la cocina previamente enharinada. Amasamos hasta obtener una pasta elástica y maleable.

El relleno es muy sencillo. Basta con machacar las nueces con los restantes 100 gramos de azúcar y el agua de azahar - o una cucharadita de anís -.

Separamos un pedazo de masa suficiente para hacer una esfera del tamaño de la mitada de una pelota de ping-pong, más o menos. Abrimos un hueco y rellenamos con una cucharadita de la picada de nueces, cerrando a continuación. Colocamos todas las galletas dentro de un recipiente mojado con mantequilla y directo al horno a 190 grados durante veinte minutos o hasta que veamos que están hechas.

Retiramos y espolvoreamos con azúcar glas.

Esta galletas o dulces se suelen servir en Oriente con el café o té.