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Queso de garbanzos vegano


Se pueden emplear garbanzos para conseguir un producto parecido al queso firme que se puede cortar en lonchas o porciones, a pesar de que el sabor no sea todo lo aproximado al queso de verdad que muchos desearían. A cambio es fácil de hacer y sobretodo barato de realizar.

INGREDIENTES :

200 gramos de garbanzos secos 
400 ml de caldo de verduras 
El zumo de un limón 
1 diente de ajo 
Hierbas provenzales u orégano 
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra 
1 cucharadita de sal

En primer lugar vamos a hidratar durante toda la noche los garbanzos (o durante 8 horas).

Cuando los garbanzos se han rehidratado los incorporamos a una batidora de vaso junto a dos vasos (400 ml) de caldo de verduras, el zumo de un limón, un diente de ajo sin el germen verde, una cucharadita de hierba aromática que prefiráis, el aceite y la cucharadita de sal. Si no tenéis caldo se puede emplear agua mineral o filtrada.

Batimos bien hasta que se obtiene un líquido espeso que llevamos a una cazuela antiadherente. En ella, a fuego medio y sin dejar de remover en ningún momento, vamos calentando hasta que espesa. El espesor adecuado es parecido a la mahonesa de pote. Vertemos el resultado en un molde engrasado con margarina, circular o rectangular, y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente. Luego lo llevamos al frigorífico y en un par de horas estará listo. Desmoldamos y tenemos un queso firme que podemos lonchear o cortar en porciones y que visualmente se parece mucho al queso convencional.