La sepia a la plancha es una de esas recetas que aparentemente no necesitan explicación por su sencillez, pero como todo lo que es fácil de hacer se suelen cometer errores. El principal es pasarse en el tiempo de plancha o hacerlo partiendo de una plancha fría. Así la sepia se come a menudo con la textura del chicle con lo que desmerece el precio que se ha pagado por la misma, que no suele ser pequeño. Hay que recordar que el cuerpo de la sepia está formado en gran parte por agua, al igual que ocurre con el pescado, por lo que no necesita cocciones demasiado prolongadas.
Otro problema reside en la presentación. Algunos argumentan que se debe trocear antes de pasar por la plancha para que el calor alcance a todos lados por igual. Otros en cambio prefieren presentarla entera y por eso como mucho hacen cortes en los laterales para "aplanar" la sepia y obtener una cocción parecida por delante y por detrás. Esta última es la opción que utilizaremos en la receta.
INGREDIENTES (1 persona) :
1 sepia limpia
Medio diente de ajo
Unas hojas de perejil
Aceite virgen extra de oliva
Sal
Si tenemos una sepia fresca con piel, la retiramos, quitamos la concha central y lavamos bien. Hay que recordar que el gusano anisakis es especialmente omnipresente en los cefalópodos - sepia, calamar y pulpo - por lo que debemos extremar las precauciones. Si la sepia es o ha sido congelada en principio estaremos libre de este parásito.
En un mortero picamos el medio diente de ajo sin el germen verde central, las hojas de perejil y un poco de sal. Cuando está todo picado añadimos un par de cucharadas de aceite de oliva, mezclamos, y con la mitad de este aliño pintamos tanto el cuerpo como los tentáculos del animal (hay cocineros que prefieren retirar los dos tentáculos más grandes que son los que utiliza la sepia para cazar prologándolos como si fueran la lengua de un camaleón). Hacemos dos cortes en los laterales de la sepia para aplanarla.
Colocamos la plancha sobre el fuego - o si es eléctrica la encendemos máxima potencia - y cuando está muy caliente depositamos la sepia. Inmediatamente empezará a soltar agua. Cuando haya dejado de sacar agua le damos la vuelta y la pintamos de nuevo con el resto de la mezcla de la picada. Con un par de minutos a fuego muy fuerte estará hecha.
Si se quiere se adorna con perejil fresco e incluso con un poco de zumo de limón.
Por cierto, la sepia junto al pulpo se consideran los invertebrados más inteligentes que existen (equivalentes al cerebro de un gato, aproximadamente). Son capaces de resolver problemas complejos, memorizan situaciones e incluso son capaces de engañar a las presas o a los cuidadores humanos de los acuarios para su propio beneficio.
Por si queréis saber más sobre ellos, ved este interesante documental.