Los vatrushka son unos pasteles de queso muy populares en las cocinas del este de Europa, principalmente en Rusia, Ucrania y Bielorrusia. Básicamente se trata de una masa que en el centro contiene queso aromatizado con frutas y/o licor y convenientemente endulzado.
Se suelen hacer en forma de pasteles individuales de unos 5 cm de diámetro pero si queréis hacer un postre para estas Navidades vamos a confeccionar uno en plan gigante que repartiréis en porciones. Cuando se trata de pasteles individuales la pasta que se emplea es tipo briox. Cuando es grande, por su firmeza y por la posibilidad de poder comprarla, se emplea a veces la masa quebrada, que es lo que vamos a hacer a continuación. Así ahorráis mucho tiempo.
INGREDIENTES :
- 1 masa quebrada (para la base)
- 1 Kg de requesón (el queso de Burgos también es perfecto)
- 125 gramos de azúcar glass (impalpable)
- 100 gramos de pasas sultanas o corintias (sin hueso)
- Un cuarto de vaso de crema agria
- 4 huevos
- 3 cucharadas de maizena
- 1 sobrecito de azúcar vainillada o esencia de vainilla
- Algún tipo de licor (brandy, orujo, anís etc)
En primer lugar vamos a rehidratar las pasas sumergiéndolas en el licor que hayáis escogido.
Si no tenéis crema agria la podéis hacer fácilmente con nata para montar (con una de un 35% de MG es suficiente) añadiendo para la cantidad reseñada media cucharadita de zumo de limón. La dejamos reposar una hora y ya tendremos la crema agria.
A continuación vamos a hacer el relleno.
Primero separamos las claras de las yemas. Reservamos las primeras.
Mezclamos las yemas con el queso, el azúcar glass, el azúcar vainillado, la crema agria y la maizena. Agregamos también las pasas rehidratadas. Batimos bien.
Ahora vamos a poner punto de nieve las claras. Les agregamos unas gotas de zumo de limón y un pellizco de sal. De esta manera se pondrán al punto de nieve mucho más fácilmente. Las batimos hasta que se ponen firmes, es decir, que al girar el bol no caen.
Agregamos a la masa de queso las claras batidas con cuidado que no pierdan el aire. Se hace lentamente con movimientos verticales usando una paleta.
En un molde circular de unos 20 cm colocamos la masa quebrada y le damos forma. Lo que sobra lo retiramos cortándolo.
En el centro de la masa vertemos la mezcla que hemos hecho con el queso.
Precalentamos el horno a 150 grados. Introducimos durante una hora aproximadamente y listo. La superficie se dora y la masa quebrada está visiblemente hecha, algo que tal vez dependiendo del horno que tengáis se produzca con antelación, así que vigilad el vatrushka.
Extraemos, dejamos enfríar y listo para comer.