Hornazo de Salamanca


El Hornazo de Salamanca es la receta estrella de la ciudad por su vistosidad y sabor. Es una empanada rellena de los excelentes productos cárnicos de la región, lo que la hace doblemente sabrosa.

Hay muchos lugares en España donde se hacen hornazos, generalmente ligados con las épocas inmediatamente anteriores o posteriores a la Cuaresma. En Salamanca se suele consumir durante el Lunes de Pascua y el llamado Lunes de Aguas, posterior una semana al anterior.

El Hornazo se puede hacer en casa - no es una receta complicada - pero también es costumbre adquirirla en las confiterías y panaderías de la ciudad. Esto se explica porque hasta no hace mucho tiempo la confección se realizaba en los hogares pero el horneado final se solía realizar en la tahona de la población, ya que las casas no contaban con un horno suficiente para realizar tal tarea. Así que cuando se terminaba de preparar el hornazo, se llevaba al panadero que le daba el toque final. Esto también ocurría con las empanadas gallegas y en general con casi cualquier receta que requiriera horneado. Las cosas para nuestros abuelos no eran tan fáciles como hoy en día.

En otras ocasiones este blog ha propuesto atajos para la confección de masas panaderas, pero es algo que desaconsejamos para el hornazo. La masa es fácil de hacer y el añadido del azafrán y manteca no lo encontraréis en ninguna masa industrial preparada (ya sea quebrada, hojaldre etc).

INGREDIENTES :

Para la masa : 

  • 500 gramos de harina de fuerza
  • 20 gramos de levadura fresca
  • 50 gramos de manteca de cerdo 
  • Azafrán (unas hebras)
  • Una cucharadita de sal
  • Agua templada

Para el relleno : 

  • 1 chorizo 
  • 1 salchichón ibérico
  • 100 gramos de jamón serrano en lonchas
  • 100 gramos de lomo de cerdo fresco adobado
  • 2 huevos (opcionales)
  • 1 huevo (para pintar el hornazo)

 

En primer lugar vamos a preparar la masa. 

Vamos a alimentar la levadura disolviéndola en una taza de agua templada con una cucharita de azúcar disuelta.

Al cabo de 20 minutos vertemos una taza de harina en un bol grande, le damos forma de volcán y el cono vertemos la levadura disuelta en agua. Amasamos bien hasta formar una especie de pan redondo. Si contáis con panificadora o un robot que haga esta tarea, bienvenido sea.

Una vez tenéis la bola de masa lo cubrimos con un paño de algodón y lo dejamos reposar en un sitio cálido y oscuro hasta que doble su tamaño. Dependiendo del frío que haga puede tardar hasta 2 horas.

Vertemos el resto de la harina en la mesa de la cocina o en un bol grande, le mezclamos la cucharadita de sal y la manteca que previamente hemos ablandado en el microondas. Añadimos entonces la masa que hemos fermentado previamente y amasamos para que se una a la harina que acabamos de añadir. Se va añadiendo agua templada poco a poco hasta que se forma una masa elástica que no se pega a los dedos. De nuevo, si contáis con panificadora o robot de cocina, es una tarea adecuada para ahorrar tiempo y esfuerzo.

Una vez tenemos la masa la cubrimos con un paño y la dejamos reposar hasta que doble el tamaño.

Mientras esto ocurre cocemos los dos huevos para el relleno - si queremos, no es imprescindible - , se le quita la piel al chorizo, al lomo y al salchichón y se cortan en rodajas. El lomo, como es fresco, se debe pasar brevemente por la sartén. Tampoco mucho, ya que terminará de hacerse en el horno. Reservamos.

Cuando la masa doble el tamaño la amasamos de nuevo brevemente y luego la dividimos en dos mitades. 

Una mitad la extendemos sobre la placa del horno (cubierta esta por un papel de hornear). La cubrimos, dejando un par de dedos de margen en el borde, con las carnes y embutidos, además de los dos huevos cortados en gajos.

La segunda bola la amasamos para que tome la misma medida y forma, colocándola encima y cerrándola bien por los bordes. Si queremos hacer el típico enrejado que cubre el Hornazo de Salamanca, habremos reservado un poco de masa y con ella haremos cilindros delgados y largos con los que hacer dicha decoración. Es cuestión de paciencia, pero si no os importa que se vea sin el enrejado, lo dejáis tal cual ya que no influye para nada en el sabor.

Dejáis reposar el hornazo una hora. Lo pintáis con el huevo restante para que al hornear quede bien brillante.

Mientras precalentáis el horno a 180 grados.

Introducimos el hornazo y dejamos hacer una media hora. No es exacto, así que comprobad que no se queme, que quede bien dorado y sobretodo que al clavar un palillo este salga bien seco de masa. En ese caso está hecho.

Extraemos del horno y dejamos que tome la temperatura ambiente antes de comerlo.

Una auténtica gozada gastronómica.