Esta
receta es una interpretación libre de una receta oriental, si bien las
costillas las cocinaremos al estilo "español" y la salsa se servirá
aparte para que el comensal la tome o no de forma optativa.
Hay
centenares de recetas de salsa agridulce. Puesto que el nombre procede
de la mezcla de los sabores dulces y agrios la forma de conseguirlos es
muy variada. Algunos recetas endulzan con miel, azúcar e incluso con
coca-cola mientras que la mayoría emplean el vinagre como sabor
contrapuesto. La receta de la salsa agridulce que os proporciono es una
de tantas.
INGREDIENTES (4/6 comensales):
Costillar entero de cerdo (calculad 250 gramos por comensal)
Manteca de cerdo
Caldo de carne
Sal
Pimienta negra
Ajos o hierbas aromáticas
Para la salsa :
1/3 de vaso (80ml) de vinagre blanco de vino, manzana o mejor de arroz.
1 cucharada de ketchup
4 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharadita de salsa de soja
1/3 de vaso (80ml) de agua
2 cucharaditas de maizena
En
una fuente de barro suficientemente grande para albergar los
costillares vertemos dos vasos de caldo y una cabeza de ajos. Si no
disponemos de caldo de carne con agua será suficiente. Salpimentamos las
costillas y las cubrimos con manteca de cerdo. Podemos fusionar la
manteca en el microondas y "pintar" el costillar con una brocha de
cocinar para facilitarnos la labor. Volvemos a salpimentar y depositamos
en la bandeja (no importa que el caldo no la cubra). Si no queremos
utilizar ajos podemos emplear un hatillo de hierbas (romero, laurel
etc). Precalentamos el horno a 220 grados e introducimos las costillas.
De vez en cuando les daremos vuelta y las regaremos con el caldo. Con 45
minutos será suficiente (podéis retirarlas antes si se forma una costra
dorada sobre las mismas, indicación de que se han cocinado totalmente).
Mientras
prepararemos la salsa agridulce. En un cazo vertéis todos los
ingrediente listados anteriormente excepto la maizena. Ponedlo a fuego
medio y llevad a ebullición. Para espesar la salsa introducís las dos
cucharaditas de maizena y removéis bien para que no queden grumos. La
salsa se reparte en un bol individual para cada comensal (aquí los
ingredientes sirven para cuatro de ellos) de manera que si lo desean
mojen las costillas.
No
hace falta decir que es una receta de muy fácil preparación y que las
costillas se deben comer con las manos sin etiqueta ninguna.
Es
posible unir la salsa y las costillas si bien en ese caso se debe hacer
cuando queden algunos minutos para que las últimas estén a punto de
salir del horno.