Aunque
pueda parecer un entrante complicado de realizar en realidad es muy
fácil de hacer. Además permite muchos rellenos diferentes : salmón, foie
grass, paté de hierbas, queso etc. Así que en realidad se trata de
hacer la llamada pasta choux - la empleada para las lyonesas y
profiteroles - y rellenarla como gustéis. Seguro que no defraudáis a
vuestros invitados.
INGREDIENTES (6/8 personas) :
Para la pasta choux :
150 gramos de harina
100 gramos de mantequilla
4 huevos
1 huevo (para pintar la pasta)
250 ml de agua
1 pellizco de sal
Para los rellenos (a modo de sugerencia) :
Salmón ahumado
Queso fresco con nueces
Foie grass
Olivada (pasta de aceitunas)
En
una cazuela a fuego medio vertemos el agua e incorporamos la
mantequilla cortada en pequeños trozos. además del pellizco de sal.
Removemos bien para que la mantequilla se funda. Al primer burbujeo que
indique que se inicia la ebullición deberemos retirar la cazuela del
fuego.
Incorporamos
inmediatamente la harina de golpe - previamente tamizada - y removemos
enérgicamente con una espátula de madera (obligatorio que sea de
madera). Cuando la mezcla es homogénua devolvemos la cazuela al fuego -
lo más bajo posible - y removemos bien hasta que se forma una bola
alrededor de la cuchara totalmente desprendida de las paredes de la
cazuela. Cuando esto ocurra retiramos del fuego de forma definitiva.
Pasamos
la bola a un bol y añadimos un huevo. Trabajamos la masa con la
espátula hasta que el huevo quede bien integrado y a continuación
hacemos lo mismo con el segundo huevo y así sucesivamente hasta
incorporar los cuatro huevos en la masa.
Es
el momento de meter la masa en una manga pastelera. Mientras
precalentamos el horno a 250 grados, forramos la bandeja del horno con
papel de hornear y hacemos pequeñas bolas del tamaño de una nuez
suficientemente distanciadas entre si. Las pintamos con la yema de otro
huevo para que queden doradas y directas al horno durante 12 minutos.
Transcurrido
el tiempo extraemos del horno, las dejamos enfriar y con un cuchillo
fino las dividimos por la mitad (o las dejáis unidas por un extremo).
Es
el momento de rellenarlas con los productos que queráis. Las guardáis
en el frigorífico y os aguantarán un par o tres de días, así que podéis
prepararlas con anterioridad y aligerar la carga de trabajo para los
días festivos.