Una receta muy fácil (si tenéis cuidado con el flambeado, claro) y rápida de hacer para los amantes del pato y de la mezcla de dulce y salado.
INGREDIENTES (4/6 personas)
- 3 pechugas de pato (magret)
- Un cuarto de vaso de cognac (50 ml)
- Un cuarto de vaso de vinagre de vino (50 ml)
- Medio vaso de caldo de carne (100 ml)
- 3 cucharadas de miel de azahar
- Sal
- Pimienta
En primer lugar debemos recordar que el magret de pato se suministra con piel tras la cual existe una abundante cantidad de grasa. Dicha grasa sirve al pato para aislarse térmicamente del agua por la que nada y una vez convertido en comida, o bien es una molestia a eliminar o bien, como es el caso de esta receta, nos va a servir para hacer una salsa muy sabrosa.
Lo primero que debemos hacer es una serie de cortes a modo de rejilla sobre la piel para ayudar a que la grasa fluya. Para que os déis una idea, es como hacer el enrejado del tres en raya. Salpimentamos al gusto y a continuación calentamos una sartén sobre el fuego y cuando está bien caliente depositamos sobre ella las pechugas con la piel hacia abajo. De esta manera fluirá la grasa fácilmente.
Hacemos cada lado el tiempo que deseemos según el punto de carne que nos agrade (poco hecho, hecho, muy hecho etc). Para un valor medio con 4-5 minutos por lado será suficiente. A continuación vertemos el cognac y lo flambeamos. Siempre digo lo mismo : antes de hacer el flambeado de lo que sea deberemos apartar la sartén del extractor de humos de y de cualquier otro obstáculo vertical de la cocina, o al final seréis vosotros y vuestros hogares los "flambeados".
Cuando el fuego se apague - porque se ha consumido el alcohol - podéis retirar la carne o bien dejarla hacer algunos minutos más. Cuando la retiréis intentad que no se enfrie.
Vamos a desengrasar la sartén a fuego medio con el vinagre. Cuando lo hemos conseguido añadimos el caldo de ternera y al calentarse añadimos la tres cucharadas de miel de azahar. Removemos bien y dejamos reducir hasta que espese ligeramente.
Mientras la salsa se hace, cortamos las pechugas en rodajas. Si está bien hecha el centro estará rosado - que no crudo - y los bordes bien hechos. Los colocamos sobre una fuente y si queremos los salpimentamos ligeramente. Seguidamente vertemos la salsa sobre ellos.