Os presento tres postre hechos con hojaldre : la tarta de hojaldre rellena de manzana, la manzana envuelta en hojaldre y bocados de hojaldre rellenos de ciruelas sin hueso y confitura. Todos ellos son muy fáciles de hacer, ideales para no complicarse la vida.
TARTA DE HOJALDRE RELLENA DE MANZANA
Compráis una hoja de hojaldre o bien dos si es demasiado pequeña. En un molde para pasteles de unos 22 cm de diámetro colocamos en la base la primera hoja. A continuación pelamos tres o cuatro manzanas - lo que pida el relleno - y las cortamos en láminas muy finas, desechando el centro. Con dichas láminas cubrimos toda la base, colocando entre ellas tres o cuatro cucharadas de mantequilla. Finalmente colocamos la otra hoja cubriendo todo el conjunto y cerrando los bordes. Si queremos que la tarta quede dorada la pintamos con yema de huevo.
Precalentamos el horno a 180 grados e introducimos la tarta hasta que está dorada. Al cortarla parecerá que la hubiéramos rellenado con mermelada de manzana. Ni siquiera hace falta poner azúcar.
MANZANA ENVUELTA EN HOJALDRE
Es una receta muy parecida a la anterior pero en este caso envolvemos la fruta con el hojaldre y substituimos el corazón con mermelada.
De nuevo necesitáis hojas de hojaldre y tantas manzanas como comensales se sienten a la mesa.
Peláis las manzanas y le quitáis el corazón. Lo mejor es bañarlas en un poco de limón para evitar que se ennegrezcan en contacto con el aire. Las pintáis con mantequilla y echáis también una nuez en el interior. El resto de hueco que ha quedado al descorazonarla lo rellenáis de mermelada (la que más o guste, aunque suele quedar mejor una de color rojo).
Colocáis la manzana en el centro de un cuadrado de hojaldre que pueda contenerla. Hacéis una especie de paquete y al horno a 190 grados media hora o hasta que el hojaldre esté dorado. Si lo queréis bien dorado lo pintáis con yema de huevo. ¿A que tienen buena pinta?
Aún más fácil todavía. Compráis un hojaldre y ciruelas sin hueso, además de confitura de ciruelas, cerezas o fresas. Hacéis una hoja larga y en ella colocáis las ciruelas bañadas en confitura. Cerráis la hoja sobre si misma y con un cuchillo cortáis para hacer los bocados. Se pinta de yema de huevo y al horno lo justo para que el hojaldre se dore. Están de fábula.