Halva

 

Halva tahini

El halva es de procedencia árabe. Deriva de un vocablo en ese idioma que significa 'dulce'. Se puede encontrar prácticamente en todo Oriente Medio y Balcanes, además de Grecia, incluso en zonas de Rusia, Somalia, Pakistán o India. Ignoro a qué se debe tanta popularidad aunque sospecho que el uso de ingredientes muy comunes y la facilidad en su confección pueden tener parte de culpa.

Existen dos tipos de halva : los que se hacen con pasta de sésamo (tahini) y los que se hacen con sémola. Los halva de sésamo presentan un aspecto muy compacto y al morderlos tienen una extraña textura crujiente (ver arriba). Los de sémola son maleables con un aspecto de pasta densa pero no compacta, como el que ilustra este artículo en su parte inferior. En cualquier caso ambos se hacen siempre siguiendo estas reglas :

1. Primero se cocina el ingrediente para añadirle a continuación el almíbar. El ingrediente suele ser una pasta (sésamo o semolina) con añadidos de frutos secos.

2. La proporción de ingredientes es 1:2:3:4. Siendo 1 el contenido de aceite o mantequilla, 2 la sémola, 3 el azúcar y 4 el agua. Es decir, si empleamos medio vaso de aceite, deberemos usar un vaso de sémola, vaso y medio de azúcar y 2 vasos de agua.

Os muestro a continuación la receta del halva de sémola. Es la receta del halva indio, aunque muy parecido al árabe. En India se suele confeccionar con aceite vegetal de palma o sésamo, si bien para adaptarlo a nuestra gastronomía empleo aceite de oliva (no he probado con máiz o girasol, aunque supongo que es factible)

INGREDIENTES ( 4 personas, aproximadamente) :

  • Medio vaso de aceite de oliva (200 ml)
  • 25 gramos (1 pastilla) de mantequilla
  • 1 vaso de sémola (igual medida que el vaso de aceite)
  • Vaso y medio de azucar
  • 2 vasos de agua
  • Un puñado de almendras peladas y crudas (o pistachos, o nueces, o piñones etc) 
  • Aceite virgen extra de oliva

En una cacerola echamos un chorro de aceite virgen y calentamos. Vamos echando poco a poco la sémola para freirla y que tome un color dorado (cuidado de no quemarla !). Reducimos el fuego y añadimos la mantequilla, removiendo hasta fundir. A continuación vertemos las almendras y las damos unas vueltas para que también se pongan doradas. Retiramos del fuego y reservamos.

En otra cacerola vamos a preparar el almíbar. Calentamos el agua hasta hacerla hervir. Disolvemos un vaso de azúcar (el otro medio lo reservamos) y removemos bien hasta que se disuelve. Añadid unas gotas de zumo de limón para que no cristalice.

A continuación vertemos el almíbar en la sémola tostada removiendo bien para que todo quede muy mezclado. Volvemos a poner la cacerola al fuego sin dejar de remover e incorporamos el medio vaso de azúcar restante (si no lo quereis demasiado dulce podeis eliminar este segundo vaso). Cuando este todo bien disuelto y homogéneo (sin grumos) lo sacáis del fuego y lo dejáis reposar 15 minutos. A continuación vertẃis la mezcla en un molde y lleváis a la nevera cuando se haya enfriado. El aspecto que tendrá será el de la foto inferior.

Halva semola