La patata no es un tubérculo que haya triunfado demasiado en Asia. Aunque la podemos encontrar en las gastronomías libanesa, vietnamienta e india, en el resto del continente apenas se la encuentra. Más rara es su presencia en Japón. Aunque su gastronomía no es del todo impermeable - la famosa tempura tiene reminiscencias portuguesas y la omurice norteamericanas - con la patata no ha hecho casi ningún plato que pudiera catalogarse como tradicional.
La ensalada de patatas es una de las excepciones. Se suele hacer en los hogares japoneses pero sobretodo para degustar la mahonesa japonesa, que nunca falta como aderezo. La mahonesa japonesa algunos la llaman "mahonesa kewpie" puesto que fue una creación de la marca Kewpie creada en 1925, la cual todavía subsiste.
La mahonesa japonesa se compone solamente de yema de huevo, aceite de girasol y además emplea vinagre de arroz, siendo de sabor más suave pero de consistencia más densa que la habitual en nuestro país. Actualmente se puede conseguir en grandes superficies y comercios especializados en comida oriental, pero por si no las podéis encontrar os doy también la receta.
INGREDIENTES (4 personas)
Para la ensalada
- 4 patatas medianas
- 1 cebolla morada mediana
- 1 zanahoria grande
- 1 pepino grande
- 2 lonchas de jamón York
- Sal
- Pimienta negra molida
- 5 cucharadas de mahonesa japonesa (ver receta a continuación)
- 250 ml de aceite de girasol, maíz o canola (no se puede emplear de oliva)
- 2 yemas de huevo
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 1 cucharada de vinagre de arroz o de manzana (tampoco se puede emplear de vino)
- Media cucharadita de sal
- Azúcar
En primer lugar hervimos las patatas con piel en agua justo que las cubra. Cuando podamos atravesar de la lado a lado la patata con un cuchillo o un tenedor estarán listas. Sacamos del agua y dejamos enfríar lo justo para que podamos pelarlas, pero sin dejarlas enfríar del todo.
Una vez tenemos las patatas peladas las llevamos a un bol y las trituramos con un tenedor, siempre calientes-tibias. Cubrimos un bol con un paño para que no se enfríen.
Cortamos la cebolla en juliana y la zanahoria pelada en rodajas muy finas. Introducimos en un bol que pueda ir al microondas y lo cubrimos con papel film. Llevamos al microondas y las calentamos a máxima potencia un par de minutos. Escurrimos el agua sobrante y las metemos en el bol con las patatas machachadas.
Pelamos el pepino y lo cortamos en rodajas finas de unos 3 milímetros. Reservamos.
Ahora vamos a hacer la mahonesa japonesa.
Separamos las yemas de las claras. Las claras no se van a emplear, así que las podéis utilizar para hacer una tortilla blanca, montarlas para un bizcocho etc. etc.
Batimos con un tenedor las dos yemas. Vertemos en el bol de la batidora con 2 cucharadas de aceite.
Con el brazo de la batidora a velocidad mínima y sin moverlo en absoluto, apoyado en el fondo del vaso, batimos durante 1 minuto exacto.
Añadimos entonces el vinagre, el zumo de limón, la media cucharadita de sal y el pellizco de azúcar. Seguimos batiendo y añadiendo, poco a poco, el resto de aceite.
Veréis que la mahonesa va espesando. Cuando os déis cuenta que ha cuajado podéis ir moviendo el brazo para que quede homogénea.
Verted la mahonesa (unas 5 cucharadas, pero va al gusto) sobre las patatas aún tibias y mezclad bien. Incorporad la cebolla, la zanahoria y el jamón York cortado en taquitos o tiras. Finalmente se añade el pepino para que no pierda el crujiente. Se mezcla bien y listo para ser consumida.
De hecho esta forma un tanto "rara" de prepararla es porque debe quedar ligeramente crujiente. Es así como la comen los japoneses.