Nuevo libro

Receta del Antiguo Egipto


Hoy vamos a hacer una receta que no aparece en ningún libro de cocina, que no podéis solicitar en ningún restaurante y que nadie cocina, a pesar de lo cual perdura sin importarle los miles de años de Historia que lleva a cuestas. Se encontró descrita en los muros de la tumba del Taty Rejmira (alto cargo del egipció faraónico equivalente a visir, es decir, el segundo en poder) el cual vivió durante el siglo XV antes de nuestra era. Mucho antes de que viviera Tutankhamón o reinara Ramsés II.

Las paredes de las tumbas describían a quienes las ocupaban pero también narraban la vida cotidiana del Antiguo Egipto. Es probable que el tal Rejmira disfrutara comiendo estos pequeños conos que veis en la imagen superior y quisiera que alguien se los cocinara cuando llegara al Mas Allá. Por eso dejó la receta escrita en los muros, para que aquellos que le fueran a servir no la olvidaran.

Lo más sorprendente de la receta es que emplea ingredientes que nos son muy habituales, entre los cuales se encuentra la chufa que nosotros empleamos para confeccionar horchata y que nos llegó gracias a los árabes. Estos probablemente conocieran la juncia avellaneda, de donde se obtiene la chufa, en Egipto donde se cultivaba desde tiempos inmemoriales.

Los conos de chufa son pequeños dulces compuestos de chufas, dátiles y miel.

INGREDIENTES :

  • Un vaso de 200 ml (el normal para beber) lleno de chufas
  • Medio vaso de miel
  • Medio vaso de aceite de oliva
  • Medio vaso de dátiles 

En primer lugar lavamos muy bien las chufas para eliminar cualquier rastro de polvo o tierra. A continuación llenamos el vaso de agua templada para que se rehidraten durante al menos media hora.

Mientras las chufas se rehidrantan picamos bien los dátiles.

Eliminamos el agua sobrante de las chufas y las trituramos con la batidora de mano.

A continuación, en una cacerola a fuego medio vertemos los dátiles, la pasta de chufas, el aceite y la miel. Removemos constantemente durante un par de minutos.

A continuación bajamos el fuego al mínimo y mantenemos la mezcla, sin dejar de remover, durante otros 5 minutos.

Apagamos el fuego y dejamos que la mezcla se enfríe.

Hacemos pequeñas bolas de la masa y les damos forma de conos (vienen a ser del tamaño de un bombón más o menos, es decir, que se comen de un bocado).

Y una vez los hayas hecho y comido, podrás decir que has cocinado como hace 4000 años y comido como un faraón. O al menos, como su visir.