Una maravilla de plato que despierta la gula obligando a mojar la salsa con toneladas de pan. Una receta que todos te agradecerán en cualquier festividad.
INGREDIENTES (4/5 personas)
- 500 g de gambas grandes, peladas y desvenadas
- 1 cebolla morada(dulce), finamente picada
- 4 dientes de ajo, picados y sin el germen verde central
- 1 pimiento rojo, picado
- 1 pimiento verde, picado
- 1 lata (400 g) de tomate triturado
- 1 copa de vino blanco seco
- Perejil fresco, picado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Pimentón dulce (opcional, para un toque ahumado)
- Guindilla roja (opcional, para un toque picante)
En una sartén grande, calentamos unas cucharadas de aceite de oliva a fuego medio.
Añadimos la cebolla y los ajos picados. Los pochamos hasta que estén dorados y fragantes.
Incorporamos los pimientos rojo y verde picados y dejamos hacer a fuego medio hasta que los pimientos estén tiernos.
Agregamos el tomate triturado a la sartén. Cocinamos la mezcla a fuego medio-bajo durante unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente.
Vertemos la copa de vino blanco en la sartén. Dejamos a fuego lento para que el alcohol se evapore y la salsa adquiera sabor y textura.
Si deseas un toque ahumado, agregaremos una pizca de pimentón dulce ahumado. Para un toque picante, se puede añadir una guindilla roja cortada fina o bien sustituir el pimentón dulce y la guindilla por pimentón picante.
Incorporamos las gambas peladas a la salsa. Las dejamos hacer durante unos 5-7 minutos o hasta que las gambas estén bien cocidas, pero no te pases. Si las cocines demasiado se volverán gomosas y perderán todo el atractivo.
Añadimos sal y pimienta al gusto. Si la salsa parece demasiado espesa, se puede ajustar la consistencia añadiendo un poco de caldo de pescado o agua.
Antes de servir, espolvoreamos perejil fresco picado por encima.
Servimos el plato, acompañadas de un montón de pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa. No hacerlo sería delito.