Si queréis hacer una tarta que impresione a los invitados de vuestras comidas navideñas pero que no sea ni cara ni difícil de hacer, la tarta forrada de almendras será vuestra elección. Se llama forrada porque la base es una lámina de masa quebrada (la que no sube) que encierra una crema de almendras colocada encima de una capa de mermelada. Así la masa quebrada encierra una masa líquida que de otro modo no podría solidificar.
Es muy fácil de hacer y está buenísima.
INGREDIENTES :
- Una hoja de masa quebrada (de la que no sube)
- Mermelada de frambuesa o fresa o lo que os apetezca (tened a mano un tarro lleno por si acaso)
- 125 gramos de mantequilla sin sal
- 125 gramos de azúcar glass (impalpable)
- 125 gramos de almendras molidas
- 1 huevo grande
- 50 gramos de almendras fileteadas (opcional)
Extendemos la masa quebrada en un molde que pueda ir al horno. El molde debe ser de unos 22 cm con 2 ó 3 cm de altura. La pinchamos en varios puntos con el tenedor para que no se infle.
Precalentamos el horno a 200 grados, calor arriba y abajo. Es importante que lo hagáis cuando empezáis a hacer la preparación para que coja la temperatura adecuada.
En la base de pasta quebrada extendemos una capa gruesa de mermelada, al gusto. Hay gente que la prefiere fina y otros la prefieren de medio centímetro. No hay nada escrito al respecto.
En una sartén a fuego fuerte fundimos la mantequilla. Cuando ya está completamente líquida la sacamos del fuego y, mucha atención, siempre fuera del fuego vertemos el azúcar glass, las almendras molidas y el huevo batido. Mezclamos con rapidez para que quede homogéneo y antes de que la mantequilla solidifique vertemos sobre la mermelada que hemos extendido por el fondo con anterioridad.
Decoramos la superficie con la almendra fileteada y ya podemos llevar al horno. Hay gente que prefiere no poner almendra para decorar y luego os explico la razón.
Se debe hornear durante 30 minutos, pero fijaos siempre en lo que indica el fabricante de la masa quebrada. Algunos dicen menos, otros más. Tomad ese valor como referencia. Con un palillo clavamos en el centro y si sale seco, la tarta está lista.
Otra cosa importante es que a veces las almendras de la superficie se doran demasiado deprisa y eso hace que la tarta se ponga fea. Para evitarlo lo mejor es cubrir la superficie de la tarta con un papel de aluminio. Por eso algunas personas prefieren no poner almendras en la superficie. Así no se ponen nerviosas pensando que se van a quemar las almendras. Luego decoran con glasa, frutas, chocolate o simplemente no ponen nada.
Se come tibia o del tiempo.
Como veis una tarta fácil de hacer y muy gustosa.