El Pumpkin Roll, o pastel enrollado de calabaza, tiene sus raíces en la tradición culinaria estadounidense y es especialmente popular durante la temporada de otoño y Acción de Gracias.
Este tipo de pastel enrollado, también conocido como Brazo de Gitano (en España), Swiss Roll, Jelly Roll o Roulade, ha sido parte de la repostería europea desde hace mucho tiempo. Sin embargo, la versión de Pumpkin Roll, con su relleno de crema de queso y sabor a calabaza, se ha convertido en un clásico americano, fusionando influencias europeas con ingredientes autóctonos.
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 100 g (3/4 vaso) de harina de trigo blanca
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio (en este caso mejor bicarbonato que levadura química)
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/2 cucharadita de jengibre molido (opcional)
- 1/4 cucharadita de nuez moscada molida (opcional)
- 1/4 cucharadita de sal
- 3 huevos grandes
- 180 gramos (1 vaso) de azúcar granulada
- 1 vaso lleno de puré de calabaza
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el relleno:
- 250 g (9 oz) de queso crema, a temperatura ambiente (tipo Filadelfia, quark o similar)
- 100 g (1 vaso) de azúcar glas
- 6 cucharadas de mantequilla sin sal, ablandada
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Precalentamos el horno a 190°C (375°F). Engrasamos y forramos una bandeja para hornear (alrededor de 40x25cm, 15x10 pulgadas) con papel para hornear. Casi mejor que sea la misma bandeja del horno, ya que su profundidad y tamaño hace más fácil enrrollar la masa, siempre y cuando tenga unas medidas parecidas a las descritas. En cualquier caso el grosor de la masa extendida no debe rebasar el medio centímetro (0.2 pulgadas).
En un bol, tamizamos la harina para que no haga grumos, la levadura en polvo, el bicarbonato de sodio, la canela, el jengibre, la nuez moscada y la sal. Es decir, todos los componentes secos. Reservamos.
En otro bol, batimos los huevos hasta que estén espumosos. Agregamos gradualmente el azúcar y seguimos batiendo hasta que la mezcla esté espesa y de color blanquecino.
Incorporamos el puré de calabaza y el extracto de vainilla a la mezcla de huevo, mezclando bien con las varillas. La calabaza es mejor pasarla antes por la batidora eléctrica de mano y dejarla escurrir unos 10 minutos para que saque el agua que lleva.
Ahora agregamos los ingredientes secos tamizados en la mezcla de huevo, revolviendo suavemente hasta que estén bien combinados.
Vertemos la masa en la bandeja preparada, asegurándonos de distribuirla uniformemente.
Horneamos durante 12-15 minutos o hasta que el pastel esté esponjoso al tacto, pero nunca más de 20 minutos o se volverá quebradizo y será imposible enrollarlo.
Mientras el pastel aún está caliente, enrollamos el pastel con cuidado JUNTAMENTE con el papel de hornear. Esto es importante ya que facilitará mucho que tome la forma adecuada, no se rompa o cuartee y quede perfecto. Es decir, el papel de hornear quedará DENTRO del pastel pero no os preocupéis, cuando se enfríe saldrá con suma facilidad.
Dejamos enfriar evitando que se abra y pierda la forma.
Mientras el pastel se enfría, preparamos el relleno batiendo el queso crema, el azúcar glas, la mantequilla y la vainilla hasta obtener una mezcla suave.
Desenrollamos el pastel enfriado, retiramos el papel de hornear (veréis que es muy fácil de sacar) y extendemos el relleno uniformemente. Volvemos a enrollar con cuidado.
Envolvemos en film transparente y refrigeramos por al menos 1 hora antes de servir. Antes de hacerlo, si se desea, se puede espolvorear con un poco de azúcar glas.
El Pumpkin Roll es un postre que aparte de estar muy bueno se suele reservar para las festividades, como de Acción de Gracias en los Estados Unidos pero también en Navidad. Tiene una textura muy suave y un sabor muy agradable. También se puede hacer, si no tenéis calabaza, con zanahoría.