Las patatas panaderas se emplean generalmente como acompañamiento en platos de carne. Su preparación es muy sencilla pero encontrar el punto correcto de cocción no lo es tanto ya que dependemos del horno y sobretodo de la dureza de las patatas elegidas.
INGREDIENTES (4/6 comensales) :
1 Kg Patatas
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
Sal
Pimienta negra molida
Mantequilla sin sal (opcional)
Hierbas aromáticas (perejil, tomillo etc) (opcional)
Aceite virgen extra de oliva
Pelamos y cortamos las patatas en rodajas de medio dedo de anchura, más o menos. La cantidad de patatas a emplear varía según el número de comensales pero también depende del tamaño de fuente del cual disponemos para colocar en el horno. Recomiendo no hacer más de una capa de patatas.
Cortamos la cebolla en aros y depositamos en una fuente plana que pueda ir al horno, lo suficientemente grande para que las rodajas de patata no se solapen unas con otras. Encima de la cebolla colocamos las patatas cuidando que ninguna quede debajo de la otra. Picamos muy finos dos dientes de ajo y los espolvoreamos por encima. Es recomendable retirar previamente el germen verde del interior que es el responsable de que el ajo repita.
Salpimentamos al gusto. Finalmente vertemos un chorro generoso de aceite virgen de oliva y removemos para que los ingredientes unten bien las patatas. Si las queremos más suculentas repartimos por la superficie de las patatas dos o tres nueces de mantequilla. También de forma opcional se pueden espolvorear con hierbas aromáticas como el tomillo, el romero, el perejil o el orégano.
Precalentamos el horno a 180 grados y con 30 minutos debería ser suficiente. Este periodo puede ser más o menos largo puesto que el objetivo es conseguir que la patata quede frita o dorada de forma externa y blanda y cocida por dentro. Si las queréis muy doradas o la patata es dura, se puede llegar a necesitar hasta 40 minutos o una hora. Comprobad la dureza de las patatas de vez en cuando.
Se sirven como acompañamiento de carnes y pescados.
Cortamos la cebolla en aros y depositamos en una fuente plana que pueda ir al horno, lo suficientemente grande para que las rodajas de patata no se solapen unas con otras. Encima de la cebolla colocamos las patatas cuidando que ninguna quede debajo de la otra. Picamos muy finos dos dientes de ajo y los espolvoreamos por encima. Es recomendable retirar previamente el germen verde del interior que es el responsable de que el ajo repita.
Salpimentamos al gusto. Finalmente vertemos un chorro generoso de aceite virgen de oliva y removemos para que los ingredientes unten bien las patatas. Si las queremos más suculentas repartimos por la superficie de las patatas dos o tres nueces de mantequilla. También de forma opcional se pueden espolvorear con hierbas aromáticas como el tomillo, el romero, el perejil o el orégano.
Precalentamos el horno a 180 grados y con 30 minutos debería ser suficiente. Este periodo puede ser más o menos largo puesto que el objetivo es conseguir que la patata quede frita o dorada de forma externa y blanda y cocida por dentro. Si las queréis muy doradas o la patata es dura, se puede llegar a necesitar hasta 40 minutos o una hora. Comprobad la dureza de las patatas de vez en cuando.
Se sirven como acompañamiento de carnes y pescados.