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Té turco


A pesar de lo que muchos creen, el té turco es la bebida nacional del país sólo desde hace unos cien años ya que con anterioridad lo era el café. La expansión del té en Turquía se debió a que pudo ser cultivado en algunas zonas del país como Rize, donde todavía es el cultivo predominante. El café siempre fue importado y eso no convenía a la economía de un país que estaba perdiendo su imperio a marchas forzadas.

La palabra para designar té en turco es "çay" (pronúnciese chai) y procede de un dialecto chino, país origen de todos los tés del Mundo. De hecho la palabra "té" y similares también derivan de otro dialecto chino.

El té turco es del tipo negro, obtenido por desecado y fermentación a partir del té verde. Este proceso realmente "mata" algunas de las buenas propiedades del té verde, pero en la época en que se empezó a emplear no había muchas alternativas de conservación. Mucha gente toma en realidad mezclas de té, siendo la más habitual la que contiene té negro y earl grey. Se podría decir que el té negro es la base pero la mezcla proporciona un valor añadido de aroma y sabor, tal y como ocurre con las variedades robusta y arábica en el café. Por tanto si no disponéis de té turco, podéis ir a una tienda especializada y pedir cantidades iguales de té negro y de earl grey (nunca en bolsita, eso sí).

Hay muchas maneras de preparar un té turco. La más sencilla es simplemente poner a hervir agua en una tetera donde hemos incorporado una cucharadita generosa de té. Dejaremos hervir unos pocos minutos y serviremos con la ayuda de un colador (aunque algunos prefieren actuar como con el café y dejar que la materia sólida repose por si sola en el fondo de la taza).

Otra forma de preparación es el empleo de filtros metálicos que atrapan el té y pueden ser sumergidos en el agua caliente ; sin embargo el método tradicional que se emplea en los hogares turcos es un tipo de tetera denominado çaydanlik (pronúciese chaidanlék). Se compone de dos teteras metálicas (los más puristas emplean una tetera de porcelana para la superior) que se colocan una encima de otra, siendo que la más pequeña tiene tapadera mientras que la más grande que se sitúa directamente sobre el fuego utiliza de tapa la base de la pequeña. Para preparar el té se llena la tetera grande con agua hasta la mitad, aproximadamente. En la tetera superior se añaden tantas cucharadas de postre generosas como tazas se deseen servir aunque no es crítico ya que la densidad del brebaje se graduará con la cantidad de agua que adicionemos. Se pone la tetera al fuego hasta que el agua hierve. Cuando esto pase separamos del fuego y vertemos parte del agua hirviente en la tetera pequeña (la de arriba) hasta una altura de dos dedos, aproximademente. Volvemos a poner agua en la inferior hasta alcanzar la altura que tenía antes y cuando vuelva a hervir el té estará listo.



Para servir utilizamos unos vasos de cristal típicos en forma de tulipán o bien las tazas de porcelana convencionales. Se echa en primer lugar un chorro del contenido de la tetera pequeña que será evidentemente denso y oscuro para acabar de llenar el vaso con el agua hirviente de la tetera grande. Si deseamos un té claro pondremos más agua hirviente o menos té denso, como se prefiera. El azúcar se adiciona con posterioridad. Los posos se deben filtrar al caer en el vaso.

El té en Turquía se toma muy caliente por lo que conviene ir con sumo cuidado.