Seamos positivos e imaginemos que este año por fin, del 1 al 7 de mayo va a ser posible celebrar como antes la Feria de Sevilla. De ser así podremos degustar los famosos buñuelos que con un buen chocolate son lo mejor para reponer fuerzas. En cualquier caso, para los que no pueden esperar, para los que no pueden ir a Sevilla o para los que quieren buñuelos todo el año aquí va la receta que es muy sencilla de hacer.
INGREDIENTES :
- 250 gramos de harina (de fuerza, todo uso etc)
- 250 ml de agua*
- 1 sobre (20 gramos) de levadura de panadero
- 1 cucharada de azúcar
- 1 pellizco de sal
- Azúcar glass (impalpable) para espolvorear
- Aceite de oliva para freír (o mezcla al 50% con aceite de girasol, para abaratar)
- Una buñolera (¿lo cualo?...luego explico)
* Algunos prefieren sustituir el agua por la leche porque así, dicen, les quedan más sabrosos. Va a gustos.
En primer lugar templamos el agua en el microondas (unos segundos bastarán). Una vez templada vertemos en ella la cucharada de azúcar y la levadura seca de panadero. Removemos y dejamos reposar en un lugar cálido, oscuro y sin corrientes de aire. Dejamos reposar media hora.
Vertemos el agua en un bol grande y añadimos la harina bien tamizada así como un pellizco de sal. Removemos bien hasta que queda una pasta homogénea con la consistencia de una papilla densa. Si tenéis una amasadora o mezcladora - la del robot o la de una panificadora -, usadla. En caso contrario, varillas.
Dejamos reposar la masa obtenida durante media hora.
En una sartén o cazuela honda vertemos aceite para obtener al menos 3 dedos de profundidad.
Llevamos al fuego a potencia media. El aceite no debe estar a punto de humear ni tampoco estar templado.
Ahora vamos a emplear la buñolera. La buñolera es casi idéntica a un cazo de sopero pero cuenta con una protuberancia en el centro que sirve para dar forma a la rosquilla y la base es plana para poder apoyarla en el fondo de la sartén sin cansarse. Basta con llenar el cazo con la masa líquida que hemos obtenido pero no del todo, de manera que al crecer no se cierre el agujero (yo lo lleno por ejemplo a 2/3 o 3/4). Podéis encontrar buñoleras desde 5 hasta 20 euros, habiéndolas dobles para hacer dos buñuelos a la vez.
Con la buñolera conteniendo la masa, la sumergimos en el aceite caliente. En un determinado momento el buñuelo se desprenderá del cazo y comenzará a flotar. En ese momento lo dejarmos unos segundos y le damos la vuelta con un toque suave hecho con un tenedor, por ejemplo, de manera que se dore bien por ambos lados.
Una vez dorado (ojo, que no quede oscuro) lo sacamos y dejamos escurrir el aceite sobrante en una rejilla o mejor sobre papel absorbente de cocina.
A continuación los dejamos enfriar un poco y o bien los rebozamos en azúcar glass o en azúcar granulado, al gusto.
Más fácil de hacer imposible, para celebrar la Feria de Sevilla en casa cuantas veces queráis.