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Pollo Kiev


No me he inventado la receta, realmente existe un "Pollo Kiev", casi más famoso fuera que en la misma Ucrania. 

A estas horas Ucrania está viviendo una auténtica pesadilla que espero acabe pronto y de la manera que a los ucranianos les gustaría que acabara. A ellos y a todos los que amamos la libertad y la democracia, claro.

Se trata de unas pechugas de pollo rellenas de una mezcla de mantequilla con ajo y perejil que se rebozan y finalmente acaban en el horno. Un plato realmente bueno.

Valga esta receta como pequeño homenaje a Kiev y a Ucrania. 

INGREDIENTES (4 personas) 

  • 4 pechugas de pollo grandes, deshuesadas y sin piel
  • 50 gramos de mantequilla sin sal
  • 4 cucharadas de eneldo picado*
  • 1 diente de ajo
  • Harina de trigo (para rebozar)
  • 2 huevos (para rebozar)
  • Pan rallado (para el rebozado)
  • Sal
  • Pimienta negra molida
  • Aceite de girasol, maíz o canola (para freír)

* Si no tenéis eneldo picado se puede emplear perejil y si queréis que tenga un relleno más mediterráneo se puede usar orégano, hierbas provenzales etc.

En un bol batimos la mantequilla a punto pomada (no líquida ni demasiado blanda) con el eneldo y el diente de ajo muy picado y sin el germen central. Salpimentamos.

Colocamos una hoja rectangular de papel film en la mesa de la cocina y dentro introducimos la mezcla anterior formando, más o menos, un cilindro alargado. 

Cerramos el papel film y llevamos al congelador durante 30 minutos.

Mientras preparamos las pechugas.

Las abrimos con un corte mariposa, es decir, abiertas como un libro sin que se lleguen a separar las mitades. Las aplanamos con ayuda de un rodillo.

Salpimentamos el interior y el exterior de las pechugas.

Extraemos el cilindro de mantequilla y lo cortamos en cuatro partes iguales.

Introducimos cada una de dichas partes en el interior de las pechugas. Enrollamos la carne sobre el cilindro de mantequilla hasta que toma a su vez una forma cilíndrica. Para que os hagáis una idea, es como enrollar una alfombra.

Colocamos cada cilindro de carne en el interior de una papel film de plástico bien prieto y lo llevamos al congelador durante otra media hora.

Extraemos del congelador y los empanamos.

Para ello primero los rebozamos en harina, luego en huevo batido y finalmente en pan rallado. Salpimentamos el exterior.

En una sartén con abundante aceite vegetal freímos los rollos de pollo hasta que quedan dorados. No os preocupéis de que el interior quede crudo porque los terminaremos en el horno.

Escurrimos el pollo en una rejilla o sobre un papel absorbente.

Precalentamos el horno a 200 grados e introducimos los "kievs" durante 20-30 minutos.

Extraemos y listos para comer, acompañados de verduras o patatas fritas.