Tarta rusa de Verona


A pesar del nombre la tarta no es rusa aunque sí que es típica de la ciudad de Verona en Italia. El nombre es posible que o bien pueda proceder de la forma que posee, parecida al gorro de piel que emplean los pastores rusos, o bien se deba a un cocinero veronés que la creó al conocer a una rusa de ojos azules. No se sabe con certeza, son medio leyendas que circulan cuando no se sabe muy bien la razón de las cosas.

En cualquier caso se ha convertido en la tarta típica para expresar amor y supongo que el próximo lunes, San Valentín, las pastelerías veronesas se van a hinchar a vender tartas rusas (de hecho el nombre "largo" de la tarta es "tarta rusa del enamorado de Verona"). Se da también la circunstancia que Verona es la ciudad de Romeo y Julieta, así que aquí el amor rezuma por todas partes.

Aunque se sabe que los Capulettos y los Montescos existieron - las dos familias enfrentadas en la Verona medieval - no hay constancia alguna de que Julieta y Romeo fueran personajes históricos. De hecho se cree que nunca fueron reales, más bien una aproximación romántica que resaltaba aún más una rivalidad sangrienta. Si el cocinero que inventó la tarta tampoco lo hizo por amor a una rusa, entonces ¿por qué es la tarta del amor?

Lo más probable es que se conozca como tal porque en su composición lleva amaretto, un licor al que siempre se ha otorgado dones afrodisiácos. El amaretto es un licor de hierbas de sabor ligeramente amargo con origen en la localidad de Saronno (de hecho a menudo se le llama Amaretto di Saronno). Aunque existen referencias al mismo muy antiguas, no fue hasta el siglo XIX cuando comenzó su comercialización. Parte del éxito radica en la original botella que lo hace fácilmente distinguible.


La tarta rusa es un hojaldre que encierra un relleno de almendras y amaretti (galletas almendradas) que se aromatiza con licor. Es muy fácil de hacer.

INGREDIENTES 

  • 1 hoja de hojaldre
  • 150 gramos de amaretti *
  • 150 gramos de harina de fuerza
  • 150 gramos de mantequilla sin sal
  • 150 gramos de almendras crudas peladas
  • 100 gramos de azúcar
  • 3 huevos
  • 2 cucharadas de licor Amaretto di Saronno
  • 1 sobre de levadura química, tipo Royal (unos 20 gramos)
  • Azúcar glass (impalpable)
  • Opcional : nata para montar o nata montada a presión, almendras fileteadas

* Los amaretti, como ya se ha dicho, son unas galletas de almendras muy populares en Italia. Si no encontráis se puede emplear mazapán o bien almendrados de los típicos que encontramos en España.

En primer lugar picamos las almendras crudas muy finas. Hacemos lo mismo con los amaretti, triturándolos al máximo. Mezclamos ambos con la mitad del azúcar ( 50 gramos).

En un bol batimos los huevos con los otros 50 gramos de azúcar y la mantequilla a punto pomada. Cuando tengamos una crema añadimos el licor amaretto, la harina tamizada y la levadura química. Mezclamos bien y luego le añadimos los amaretti triturados.

En una molde de unos 22 cm de diámetro colocamos la pasta de hojaldre. En el centro vertemos la masa que hemos obtenido al principio y lo que sobra de hojaldre por los laterales lo doblamos hacia el interior (si tenéis duda al respecto, fijaos bien en la imagen que encabeza esta receta).

Si queremos podemos colocar almendra fileteada por encima, aunque es totalmente opcional y las que se venden en Verona, si no recuerdo mal, no suelen llevar.

Precalentamos el horno a 160 grados e introducimos el hojaldre durante unos 45 minutos. Comprobad antes de sacarlo que está bien cuajado.

Se deja enfriar y se cubre con azúcar glass. Se suele servir a temperatura ambiente y a menudo acompañada de nata montada.

Es una de esas tartas que repites constantemente de lo buena que está.