Butterkuchen, el pastel de mantequilla favorito de los alemanes


Este pastel o bizcocho es muy popular en Renania-Westfalia y norte de Alemania. Es el pastel que se suele pedir en las cafeterías para acompañar el té o el café, lo que los alemanes llaman el "kaffezeit", el rato a la tarde en que se acercan a la cafetería más cercana. 

Pertenece a un tipo de bizcochos que se cubren del llamado "streusel", una mezcla de harina, mantequilla y azúcar que probablemente más de una vez habéis comido ignorando que se trata de una invención alemana. 

A menudo el streusel se enriquece con frutos secos como vamos hacer a continuación, en este caso añadiendo almendras (con lo que el nombre sería butterkuchen mit mandel, donde mandel significa almendra). 

Se suele hacer en bandejas poco profundas, con lo que se asemeja al menos en forma a la típica coca española. 

INGREDIENTES 

  • 500 gramos de harina de repostería  
  • 250 gramos de mantequilla  
  • 200 ml de leche entera (1 vaso)  
  • 180 gramos de azúcar  
  • 100 gramos de almendras (picadas o fileteadas)  
  • 1 huevo tamaño XL 
  •  1 cucharada de azúcar vainillado  
  • 40 gramos de levadura fresca

Primero se ha de calentar la leche hasta que esté tibia. Agregamos a continuación la levadura desmenuzada y reservamos. 

En un bol grande incorporamos la harina, 50 gramos de azúcar, 100 gramos de mantequilla fundida (que hemos fundido en el microondas, por ejemplo), el huevo batido y la mezcla que hemos hecho al principio de levadura y leche. Mezclamos bien y amasamos hasta formar una masa suave y homogénea. 

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Cubrimos el bol con un paño y colocamos en un lugar cálido, sin mucha luz y libre de corrientes de aire. En 1 hora habrá doblado el volumen. Transcurrido el tiempo debemos llevar la masa al molde que se emplea con el butterkuchen. Dicho molde es una bandeja de unos 40 x 40 cm, no muy profundo (alrededor de 2 cm). Si no podéis encontrarlo usad una fuente de hornear que al menos sea del tamaño indicado, llenándola hasta la mitad. Untamos con mantequilla fundida el molde para facilitar el desmoldado (al menos que sea de silicona, que no haría falta). 

Vertemos la masa en el molde y la aplanamos. Entonces, atención con esto, con los cuatro dedos de la mano vamos haciendo agujeros en la masa de manera que toquemos el fondo de la bandeja. Hacedlos en toda la masa, a espacios lo más regular posible. Esto es muy importante. 

Cortamos el resto de mantequilla (150 gramos) en cubos pequeños que vamos colocando en cada uno de los huecos que hemos hecho con los dedos. Luego espolvoreamos las almendras fileteadas o picadas por toda la superficie, haciendo lo mismo con los 130 gramos de azúcar. 

Esta mezcla de almendras, azúcar y mantequilla es el streusel del bizcocho. Dejamos reposar media hora para que la masa vuelve a subir. 

Precalentamos el horno a 200 grados e introducimos el bizcocho durante unos 20 minutos, hasta que esté visiblemente hecho. 

Extraemos y cortamos directamente de la bandeja, no se suele desmoldar. Si todo ha salido bien, el bizcocho estará mullido y la superficie crocante con el azúcar y las almendras.