Son muy habituales en casi todas las panaderías europeas, solo que en realidad se trata más de un brioche que de un pan. Casi no hace falta rellenarlos de nada, porque tal cual ya son más que sabrosos.
INGREDIENTES :
- 500 gramos de harina de trigo blanca
- 250 ml de leche
- 200 gramos de queso gouda o semigraso
- 50 gramos de mantequilla sin sal
- 1 huevo XL+ 1 yema
- 1 sobre de levadura seca de panadero
- 1 cucharadita de sal
- 1 pellizco de azúcar
- 2 cucharadas de agua
Separamos medio vaso de leche, la calentamos ligeramente el microondas, le añadimos un poco de azúcar y la levadura. La dejamos actuar durante media hora.
En un bol grande mezclamos la harina tamizada con el huevo, la mantequilla a punto de pomada, la sal, la levadura y el resto de la leche. Amasamos hasta que la masa se desprenda de las paredes del bol Cubrimos la masa con un film transparente y dejamos reposar 1 hora.
Transcurrido el tiempo separamos 8 bolas iguales. Las dejamos reposar otros 15 minutos.
Forramos una bandeja del horno con papel de hornear y colocamos las bolas, presionando ligeramente para achatarlas.
Batimos la yema de huevo con las dos cucharadas de agua - de esta manera el queso se adherirá más - y cepillamos los panecillos.
Espolvoreamos el queso por encima.
Precalentamos el horno, calor arriba y abajo, a 180 grados y horneamos durante 25 minutos.
Se comen tibios, solos o acompañados de algo salado o incluso dulce.