Una receta muy sencilla que se puede utilizar como tapa o como segundo. Además es muy fácil de hacer y el sabor resultante es espectacular.
INGREDIENTES (4 personas) :
20-30 alitas de pollo
100 ml (medio vaso) de salsa de soja
100 ml (medio vaso) de aceite de oliva o girasol (al gusto)
3 cucharadas de pimentón dulce
2 cucharadas de miel
1 cucharadita de pimentón picante
Sal
Compráis alitas enteras y descartáis la punta de las mismas. En los países orientales se suele quitar la piel para que la salsa las impregne bien pero vamos a lo rápido y sencillo y las dejaremos.
En un bol grande, donde quepan todas las alitas, mezclamos la salsa de soja con el aceite, el pimentón dulce, la miel y el pimentón picante (o pimienta negra molida). Removemos bien para que todo quede mezclado. La miel es ineludible, le da a la alita un glaseado muy sabroso y un sabor agridulce super-oriental.
Sazonamos con sal - poca, la soja lleva bastante - las alitas y las metemos en el bol hasta que queden bien cubiertas. Removed las alitas para que se impregnen bien por todos lados. Cerramos el bol con papel film y dejamos marinar en el frigorífico durante al menos 24 horas.
Al día siguiente colocamos las alitas en una bandeja que pueda ir al horno. Precalentamos a 180 grados y mantenemos durante unos 45 minutos o hasta que alcancen el dorado que más os guste.
Están buenísimas, no os las perdáis.