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Drømmekage (pastel danés de coco)


En los años 60 del siglo pasado una conocida marca danesa de alimentación organizó un concurso de recetas. Una concursante presentó el Drømmekage (pastel de sueño o soñado) y ganó. La receta se publicó y rápidamente se hizo muy popular. Era fácil de hacer y si eres amante del coco te entusiasmará. 

Por cierto, la mujer se llamaba Jytte Andersen, que los nombres de los creadores de recetas a menudo se olvidan.

INGREDIENTES :

Para el bizcocho : 

250 gramos de harina de repostería
250 de azúcar blanca granulada (la normal)
3 huevos grandes (L)
50 gramos de mantequilla sin sal
200 ml (un vaso) de leche entera
2 cucharaditas (10 gramos) de levadura química (tipo Royal)
5 gramos (1 cucharadita) de esencia de vainilla (o usáis parte de la cantidad arriba reseñada de azúcar vainillada)

Para la cobertura (topping) de coco :

100 gramos de coco rallado
125 gramos de mantequilla
200 gramos de azúcar morena
50 ml de leche entera


En un bol batimos los huevos y el azúcar hasta que hagan espuma. 

En el microondas o con un cazo al fuego fundimos la mantequilla y una vez esté líquida le añadimos el vaso de leche, removiendo bien. Tras efectuar la mezcla añadimos el líquido resultante al bol con los huevos y el azúcar que hemos batido al principio.

Ahora agregamos la esencia de vainilla y la levadura química. Finalmente incorporamos, mezclando con unas varillas y poco a poco, la harina bien tamizada. Mezclamos bien hasta que quede una masa homogénea y suave.

Forramos un molde redondo de 22 cm o rectangular con papel de hornear y vertemos la masa en el mismo. Si no lo hacéis así no podréis desmoldar, advertidos estáis.

Horneamos a 200 grados durante 20 minutos, más o menos.

Ahora, mientras se hace el bizcocho, vamos a preparara la cobertura de coco que es lo que distingue a este pastel.

Derretimos la mantequilla en una cazuela y agregamos cuando esté líquida la leche y el azúcar moreno. Removemos bien y sin parar hasta que se disuelva. Entonces incorporamos el coco rallado y mezclamos bien.

Extraemos entonces el bizcocho y lo cubrimos con el coco, extendiendo bien. Seguidamente y sin pausa lo volvemos a meter en el horno para que no pierda calor. Lo mantenemos otros 10 minutos y listo.

Sacamos del horno y dejamos enfriar, desmoldando a continuación.

La casa quedará impregnada del olor a coco, que ya alimenta, y el sabor es aún mejor. Gracias Jytte Andersen !

Nota : si queréis que el topping quede blanco, cambiad el azúcar moreno por blanco. La receta original muestra que debe ser moreno, pero bueno, no hay cambio en el sabor ni en la forma de hacerlo.