No, no es una tarta tradicional rusa. De hecho lo único que tiene de ruso es el vodka que emplea. En realidad se trata de un pastel que pretende ser la versión "sólida" de un cóctel llamado Ruso Blanco que se compone de nata, vodka y licor de café. Y el cóctel Ruso Blanco, adivinad, tampoco es típico de Rusia. De hecho en los países anglosajones cualquier cosa que lleva vodka la tildan de rusa aunque esté hecha en California.
El cóctel ruso blanco era uno más sin importancia hasta que el protagonista de la película El Gran Lebowski de los hermanos Cohen comenzó a hacerlos populares al demandarlos constantemente a lo largo del film.
A pesar de que el vodka y el licor de café se añaden en caliente y por tanto el alcohol se evapora, no siempre lo hace completamente. Se puede eliminar el vodka o sustituirlo por otro tipo de licor - orujo, brandy - y el licor de café simplemente por café. Así será una tarta para todas las edades.
Esta tarta apareció por primera vez en la revista de la BBC dedicada a la gastronomía en 2017 y desde entonces se ha vuelto muy popular.
INGREDIENTES
Para la base :
300 gramos de galletas
50 gramos de chocolate negro al 70% mínimo
50 gramos de mantequilla
Para el relleno :
400 ml de nata para montar con un mínimo de materia grasa del 38%
200 gramos de malvaviscos blancos
150 ml de leche entera
100 ml de vodka (u otro licor, o ninguno, al gusto)
100 ml de licor de café (o simplemente medio vaso de café cargado, descafeinado o no)
100 gramos de azúcar glass (impalpable)
Para el "topping final" :
1 tableta de chocolate negra al 70% (lo que reste de los 50 gramos que hemos empleado en la base)
Nuez moscada
Sirope de chocolate (opcional)
En primer lugar vamos a hacer la base de galletas trituradas. Para ello en un vaso de batidora incorporamos las galletas rotas en trozos, el chocolate y la mantequilla. Reducimos todo a una pasta y con ella rellenamos el fondo de un molde de base removible (tiene que ser de este tipo, no de otro, o no los podréis desmoldar). Con una cuchara presionamos para que la masa quede bien compacta y luego la llevamos inmediatamente al frigorífico para que fragüe.
En una cazuela vertemos la leche a fuego medio y los malvaviscos (nubes de Heidi, marshmallows, o como quiera que los llaméis). Deben ser del tipo que no tienen sabor (blancos). En los malvaviscos la mitad del peso es azúcar, así que no dejéis de remover mientras se funden o se pegarán al fondo.
Una vez los malvaviscos se han disueltos, retiramos del fuego y sin dejar de remover añadimos el licor "blanco" (vodka, orujo o lo que sea) y luego el licor de café. Pensad que aunque el líquido esté caliente no suele ser suficiente para que el alcohol se evapore. Si no lo queréis borracho, usad solo café. Dejad enfriad.
Meted la nata en el congelador durante 20 minutos. Extraed y montad con las varillas eléctricas. Cuando ha montado bastante, añadid el azúcar glass y continuad montado.
Mezclad a continuación los malvaviscos con la nata montada. El resultado de la mezcla la vertéis sobre la base de galletas. Volved a llevar al frigorífico durante 2 ó 3 horas.
Una vez lo saquéis para el consumo, primero se espolvorea un poco de nuez moscada. Luego se sacan virutas de la tableta de chocolate y se colocan sobre la nata/malvaviscos. Para sacar virutas basta con raspar con el cuchillo o usar una mandolina. Si queréis se puede poner un poco de sirope de chocolate, porque tal vez os parece que lleva "poco" (por si sois chocoadicto).
Una pasada de pastel. No hay otra manera de calificarlo.